¿Por qué las máscaras para la peste negra eran puntiagudas?
El mal aliento y los olores pestilentes de los contagiados indicaban que se estaban pudriendo desde el interior.
Durante su desarrollo, la peste negra fue considerada la enfermedad más temida y mortal del mundo, pues acabó con millones de personas luego de producirles ganglios inflamados, dolor, ennegrecimiento de la piel y otros síntomas parecidos a la gripe. Los médicos que atendían a las víctimas de la peste, en Europa del siglo XVII, vestían con un traje que los protegía de pies a cabeza y llevaban una máscara con pico similar al de los pájaros. Este equipo se atribuye a Charles de Lorme, médico que servía a las familias reales, entre ellas la del rey Luis XIII y Gastón de Orleans, hijo de María de Medici. Su vestuario consistía de un abrigo cubierto de cera perfumada, pantalones de montar dentro de las botas, camisa fajada, sombrero y guantes de piel. También llevaba un bastón para esquivar o alejar a los enfermos. En la cabeza llevaban un tipo de goggles y la peculiar máscara con nariz en forma de pico con solo dos hoyos cerca de las fosas nasales, para respirar y transportar su propio aire mezclado con las hierbas aromáticas que guardaban en los mismos. Las máscaras eran diseñadas para protegerlos del aire podrido, pues el mal aliento y los olores pestilentes de los contagiados indicaban que se estaban pudriendo desde el interior. Los expertos en la salud de aquellos tiempos creían que la peste se diseminaba por medio de aire envenenado que podía crear un desequilibrio en los humores o fluidos corporales de las personas. Se creía que los perfumes acres y dulces eran capaces de fumigar las zonas azotadas por la peste y proteger a quienes los respiraban, por lo que llenaban sus máscaras con triaca, un compuesto con más de 55 yerbas y otros componentes como polvo de carne de víbora, canela, mirra y miel. La peste es causada por la Yersinia pestis bacteria que puede transmitirse de animales a humanos y a través de la picadura de las pulgas, el contacto con fluidos o tejidos contaminados e inhalación de gotículas de los estornudos o tos de personas con peste neumónica… no muy diferente a lo que vivimos hoy con el Covid-19, así que no está de más usar cubrebocas. |