Los países de la ONU abrieron este martes una reunión de
tres días para discutir posibles respuestas a los efectos negativos que la pandemia de la covid-19 ha tenido en
la vida de las personas con discapacidades.
Los Estados miembros de la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidades, reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas, analizarán los impactos específicos que el
coronavirus y su crisis han tenido en este colectivo.
Según los cálculos de la ONU, unos mil millones de personas o alrededor de un 15 por ciento de la
población mundial vive con algún tipo de discapacidad, incluidos unos 35
millones con necesidad de protección y ayuda humanitaria.
"Todos hemos vivido la pandemia,
pero no todos la hemos vivido igual. Para las personas que viven con
discapacidades, los desafíos han sido más pronunciados, más específicos para
sus circunstancias", señaló en la apertura del encuentro el presidente de
la Asamblea General de Naciones Unidas, Volkan Bozkir.
"Piensen en aquellos que no pudieron pasar fácilmente a trabajar desde
casa, en aquellos que sufrieron de pronto un parón en los sistemas de apoyo, que no pudieron acceder a las redes de
protección social establecidas", señaló como ejemplo.
Bozkir defendió que el mundo debe
aprender de los problemas que se han visto durante la pandemia y reforzar
sus mecanismos de protección de cara a la próxima crisis.
El presidente de la conferencia, el finlandés Jukka Salovaara, explicó en una conferencia de prensa que durante
las reuniones se discutirán vías para aumentar el acceso a servicios públicos y
asegurar la inclusión de las personas con discapacidades.
En concreto, Salovaara subrayó que se
debe reforzar el derecho a la educación, asegurando que las personas con
discapacidades tienen iguales oportunidades para aprender junto a sus
compañeros.
"La covid-19 ha forzado a estudiantes y maestros en todo el mundo a
suspender la enseñanza habitual y adaptarse a ámbitos digitales que a menudo no tienen los mismos arreglos
y servicios", señaló. |