Amenaza la policía a gente de Izúcar

**Pobladores de varias comunidades desconfían de las autoridades ante el incremento de la delincuencia  IZÚCAR DE MATAMOROS  Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal  HABITANTES DE comunidades como Tecupilco, El Aguacate, Colucan, Xaltianguis, entre otros, que participaron en el desmantelamiento de la banda de secuestradores que ya había perpetrado diversos levantones en el sur del estado de Puebla, y que por seguridad prefieren guardar su anonimato, dieron a conocer que al principio de la semana agentes ministeriales y elementos de la Policía Estatal que estuvieron presentes cuando la multitud tenía en su poder a los plagiarios, tomaron videos y fotografías con los teléfonos celulares, hoy van a las comunidades sin motivo y por la fuerza se los quieren llevar. Los pobladores expresaron que de los hechos violentos suscitados y de haberle dado muerte a los tres secuestradores, son las autoridades las únicas responsables, pues eso no hubiera sido necesario si ellos los capturaran, pues existen versiones en el sentido de que los mismos ministeriales los extorsionaban para que siguieran operando; incluso se sabe que estos agentes iban a la casa de uno de los secuestradores en la junta auxiliar de Raboso, perteneciente al municipio izucarense. Mencionaron que no confían en ninguna de las autoridades, y esperan que luego de los recientes acontecimientos se frene la ola de delincuencia que azota al municipio de Izúcar, pues en los últimos meses se perpetraron diversos robos, secuestros, asaltos, y extorsiones telefónicas. Las comunidades solicitan que las autoridades tomen cartas en el asunto y se haga justicia, sin embargo, hacen responsables a los ministeriales y policías estatales si algo les llega a pasar, debido a que estos pueden mostrar las imágenes a los familiares de los secuestradores y se desate una problemática más. Finalmente, el pueblo izucarense ha sido caracterizado por tener un población de gente brava, donde hace años castigaban a los delincuentes amarrándolos a un caballo y jalándolos, propiciándoles golpizas, entre otros castigos, y hoy quieren que esos tiempos regresen, pues en ese entonces no había tanta delincuencia.
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