** Los pequeños buscan en los juegos tradicionales la ilusión de un Día de Reyes  Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal  IZÚCAR DE Matamoros.- En este municipio, el 6 de enero se reflejó un contrastante panorama: mientras había niños que jugaban desde temprano en la calle, otros caminaban descalzos por las aceras, quienes sostenían una mirada triste. Debido a que en algunos hogares los recursos no son suficientes, los más pequeños pasan de largo este día, pues lo último que esperan es un regalo. Así como hubo familias que premiaron a sus hijos con juguetes, en otros no hubo nada, pues en sus hogares existen otras prioridades, incluso no cuentan con un techo o lo necesario para subsistir. En entrevista, Carlitos Suárez comentó que pidió un carro de control remoto y como se portó bien los Reyes Magos se lo trajeron. Pero para algunos niños que no pudieron tener una muñeca, o un carrito, hubo juguetes como las canicas que los hicieron felices. En los barrios izucarenses donde se ven panoramas de pobreza, es frecuente ver a niños jugando canicas, quienes se reúnen por las tardes, por lo que es esta una de las atracciones predilectas por generaciones, como lo señaló don Juan Cázales, habitante del barrio de Santiago Mihuacan de 65 años, quien aseguró que este 6 de enero, una bolsa de canicas de colores pintaron la sonrisa de niños. En entrevista con un vendedor, Fernando Ortiz, comentó que los niños prefieren comprar bolsas de canicas, incluso hay quienes ahorran toda la semana para que el viernes las adquieran. Asimismo, detalló que las canicas son el juego ideal para los niños mixtecos, quienes tienen pocos recursos económicos.