Rechaza población talleres culturales

Son renuentes a recibir actividades integrales gratuitas. Prefieren el ocio, los vicios y las calles  Patricia FLORES Corresponsal TEHUACÁN.- El municipio de Tehuacán tiene graves problemas de pobreza extrema en las colonias de la periferia de la ciudad, así como en sus juntas auxiliares. Las cuales reflejan marginación, inseguridad y falta de oportunidades, tanto de empleo, como de educación, lo que se recrudece por la migración de población rural a la ciudad. Así lo dio a conocer Pedro Ramón Arrazola Ramírez, director de la Misión Cultural Rural Número 97. Aseguró que luego de los recorridos que han hecho en toda la región detectaron que los problemas citados que aquejan a las comunidades alejadas, ahora se han trasladado a la periferia, donde se forman focos semiurbanos con muchas carencias. Indicó el funcionario que a esto se suma el fenómeno de la sociedad actual, donde la población se niega a contribuir con el bien común. Dijo que en sitios como San Bartolo Teontepec, donde se ofertaron las opciones educativas de la Misión Cultural no pudieron contra la apatía de los habitantes. Reveló que a pesar de que salieron a buscar alumnos para las clases, ni jóvenes, ni adultos contribuyeron con esta labor. Externó que esta situación trae problemas paralelos de inseguridad y desempleo. Dijo también que todo esto genera cientos de “ninis”, los que son un caldo de cultivo para la delincuencia organizada. Arrazola Ramírez explicó que parte de la tarea que esta organización cultural tienes es incentivar en los habitantes de las comunidades la práctica de estas actividades, pero reconoció que es en la periferia de la ciudad y en las juntas auxiliares inmediatas, donde hay mayor pobreza. “De manera paradójica es en esas demarcaciones donde la tarea se dificulta, a pesar de que la necesidad existe”, explicó. Agregó que la economía no debe ser pretexto para rechazar proyectos integrales, pues las diversas disciplinas que se enseñan no tienen costo. Aceptó que el asunto es de fondo, “es una cuestión más delicada, pues prefieren la ociosidad y los vicios o la calle, lo que a la larga genera situaciones más graves que son en detrimento de la sociedad. Los jóvenes no respetan a los adultos, las leyes ni a las autoridades”, sentenció.
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