Cuetzalan Sucursal del cielo

cuetzalan2La Sierra Norte de Puebla está formada por inmensos escenarios naturales. Ríos, cascadas y una verde vegetación enmarcan a esta región. El clima, por lo general es húmedo, tan húmedo que por las mañanas hay una densa niebla. Y es justo en la Sierra Norte donde se localiza la Ciudad de Cuetzalan del Progreso. Comunidad en la que predomina el blanco de los muros de sus casas y lo rojo de sus tejados. Los ruidos de la calle, más que el de las campanas, anuncian el nuevo día. Personas a pie, en bestias o en carretas arriban desde lejanas rancherías. Transportan animales, plantas y artesanías que venden en el mercado dominical. Antes de los primeros rayos del sol, los puestos ya están instalados. La ciudad practica aún antiguas tradiciones como el trueque, sistema de pago a través del intercambio. Los ancianos van descalzos o con huaraches y llevan consigo morrales hechos con fibra de pita o ixtle tradicional. Cuetzalan es un sitio para degustar un aromático café de olla con canela y donde las tortillas, de amarillento nixtamal, están recién hechas a mano y en comal. El domingo las calles se convierten en una romería, los comerciantes vociferan, los marchantes regatean, el bullicio emerge, hierve la vida. Cientos de colores se mezclan entre sí, pero resalta el límpido blanco del atuendo de los nativos, cuyo color cobrizo de piel es su único contraste. Esta comunidad se erige a mil metros de altitud. Es un destino ideal para escapadas románticas, para admirar la tradición en el tianguis indígena del domingo o para visitar las cascadas de Yohualichan. Cuetzalan significa en náhuatl, “lugar donde abundan los quetzales”. El quetzal es una hermosa ave multicolor que alrededor del siglo 16 pobló esta zona. Sus plumas se entregaban como ofrenda en la época del emperador Axayácatl al pueblo azteca. La vegetación es frondosa y exuberante. Existen árboles de hasta 20 metros de altura y su flora está compuesta por multitud de especies. Muy cerca del pueblo se encuentran varias cuevas de interés ecológico y excelentes opciones para practicar espeleología. Resultan muy atractivas las grutas del Chivostoc o del Diablo, la del Ampolihui, Las Brisas, Cuichatl y El Salto. Cuando la niebla matutina se levanta, se asoman hermosas callejuelas. En el tianguis, el visitante encontrará desde prendas elaboradas en telares como jorongos, chales, sarapes, hasta sombreros y canastos de mimbre o piezas de madera trabajadas por artesanos de la región.
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