En diversas comunidades de Atlixco e Izúcar, miles de feligreses viven a flor de piel los diversos pasajes de la vida de JesucristoLidchy HERNÁNDEZCorresponsalIZÚCAR DE MATAMOROS.- Con diversas muestras de la pasión de Cristo habitantes de distintos municipios de la región de Atlixco e Izúcar de Matamoros conmemoraron la muerte del hijo de Dios. Este viernes Santo, como año con año lo hacen de acuerdo a la tradición católica. En la comunidad de Nexatengo perteneciente al municipio de Atlixco, se efectuó la procesión del silencio, la cual es una de las más grandes que se realiza en esta Semana Mayor a nivel estatal. Dicha procesión inició a las 6 horas, para un recorrido de más de cuatro kilómetros, donde los fieles católicos atraviesan cinco comunidades entre campos del municipio atlixquense. En este viacrucis santo las personas ven el amanecer entre los campos de cultivo de flor, y legumbres, hasta llegar a la iglesia de Nexatengo. Este año la procesión reunió a cerca de 10 mil personas, que a las 10 de la mañana ingresaban a la iglesia de esta demarcación. Cabe mencionar que no todas estas personas iniciaron desde las 6 de la mañana, sino que a su paso de la procesión más fieles católicos se unieron a esta representación de la pasión de Cristo. En el viacrucis los feligreses llevan la imagen de Cristo y la Virgen María. Se calcula que en el trayecto son cerca de 400 personas entre hombres y mujeres los que se turnan para cargar las imágenes entre los campos de cultivo. Este año la procesión más grande del estado de Puebla, conto con la asistencia en su mayoría de personas que son migrantes que sólo en esta temporada regresan a sus lugares de origen para presenciar dicha festividad. Por otra parte, en municipios como Tepeojuma y Tilapa, también este viernes santo llevaron a cabo la representación de las tres caídas. Y es que se calcula que tan sólo en el la región de Atlixco e Izúcar de Matamoros este Viernes Santo, más de 20 mil personas acudieron a diversas procesiones donde se representaba el dolor y sufrimiento que padeció Cristo. Los que fueron testigos de la escenificación de las tres caídas en vivo, en lugares como Tepeojuma y Tilapa, mencionaron que estas puestas en escena hacen reflexionar a las personas en esta temporada, “pues la gente casi ya no se acuerda de Dios”, aseguraron. Al final de las procesiones, los asistentes y participantes lucieron cansados físicamente, pero con la gratitud de haber estado presente en este tradicional rito.