Región cañera, entre zozobra y adeudos

Desde 2007 productores se han manifestado por la falta de pago del Ingenio Calipam, a la par, los apoyos de autoridades han disminuido; la zafra de este año presenta un retraso, incluso la caña ha comenzado a “corchearse”  Parte 1 de 2 COXCATLÁN Patricia FLORES Corresponsal Región cañera de Tehuacán, entre zozobra y adeudosEl cultivo de caña en Ajalpan y Tehuacán se remonta al siglo 19, cuando en la comunidad de Calipan, hoy junta auxiliar de Coxcatlán, se usaba para la creación de la panela. Ahora, en pleno siglo 21, los productores de caña siguen dedicados a este producto, pero dependen casi por completo del Ingenio Calipam para comercializar su cosecha, sin embargo, la empresa, año con año, se retrasa más con el pago de la zafra. Este año no ha sido la excepción, desde 2007 hubo fuertes movilizaciones por parte de los productores cañeros, quienes temían que por cuestiones económicas el ingenio cerrara sus puertas y, por tanto, los dejara sin un comprador para la caña que ya tenían en sus parcelas, desde entonces, la zozobra ha sido constante. Un promedio de mil 470 cañeros dependen de sus ventas al ingenio, aunque algunos han decidido vender a empresas de Veracruz, esa transacción no es conveniente, pues mientras pagan 50 pesos por flete un a Calipam, ir hasta la entidad vecina genera un gasto de 220 pesos como mínimo, dejando casi escasa ganancia al productor; en promedio entre el 3 y el 7 por ciento de la caña se lleva a Veracruz desde hace cinco años. San Sebastián Zinacatepec, Ajalpan, Buena Vista, San José Miahuatlán, San Gabriel Chilac, San José Axusco, San José Tilapa, Calipan, Coxcatlán y Guadalupe Victoria, del lado de Puebla, así como San Gabriel Casablanca, San Antonio, Teotitlán, San Martín Toxtapala, de Oaxaca, son los ejidos donde se produce caña. A eso se debe añadir que desde hace tres años el precio del azúcar disminuyó, lo que significó menos dinero para los cañeros, quienes a estas alturas sólo piden que el ingenio se ponga al corriente y les acabe de pagar la caña que se molió en la zafra 2013-2014. El remanente adeudado, por el ajuste de precio de la caña, es de 22.90 pesos por tonelada, dando un total de cerca de cuatro millones 200 mil pesos. Sin embargo, no es el único pendiente, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) tampoco ha dado a los productores el apoyo anual: en 2013 les dieron mil 530 pesos por hectárea, cerca del 10 de noviembre, pero ahora el recurso disminuyó a mil 320 pesos, lo que mantiene preocupados a los productores, en particular a quienes sólo cuentan con la constancia de posesión. Esto último porque, aunque son ellos los que producen caña, no cuentan con títulos de propiedad, por lo regular en manos de sus padres, en lugar de eso sólo tienen una constancia de posesión que emite el Comisariado Ejidal respectivo, documento que no admite la dependencia; de no otorgarles el dinero se afectaría al 80 por ciento de sembradores de caña. Mientras se mantienen a la espera de que el pago llegue, se buscan alternativas para sobrevivir. José Arriaga Valiente, comisariado ejidal de San José Tilapa, dijo que mientras no se salda lo adeudado, “las tienditas están vacías, no hay quien compre”, mientras en el campo las cañas empiezan a florear y con ello a pasar el punto óptimo para su corte. Gustavo Martínez Luna, uno de los productores, señaló que tiene otro trabajo como animador de eventos, pero otros cañeros se van a la maquila, de ayudantes de albañil, o lo que encuentren, pues deben llevar el sustento a sus casas. Esta inestabilidad económica ha generado que en los últimos años el número de productores haya disminuido, en 2012 se reportaban mil 800 cañeros, para 2015 mil 470. Abraham Ramírez Guzmán, líder de la Unión de Productores de Caña, adheridos a la Confederación Nacional Campesina (CNC), dijo que a su agrupación están afiliados mil 50 cañeros, el resto pertenecen a la Confederación Nacional de Productores Regionales (CNPR), liderada por Ramón Cabrera Valencia, pero es el primero quien ha dirigido varias movilizaciones encaminadas a hacer presión para que les paguen. De acuerdo con la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, los cañeros debieron recibir su pago, a más tardar, un mes después de finalizada la zafra 2013-2014, la cual inició el 16 de diciembre de 2013 y finalizó el 16 de abril de 2014. Lo anterior indica que al 16 de mayo el monto total era de más de 20 millones de pesos, pero con las movilizaciones y la toma del ingenio la empresa cedió y poco a poco comenzó a pagar. Con base en la ley, el pago debió haber sido finiquitado a más tardar al último día de 2014, pero a casi 20 días de iniciado el 2015 el adeudo continúa, ello pone en riesgo 180 mil toneladas de caña sembradas en toda la región; durante la zafra pasada se molieron 189 mil toneladas de caña. El comisariado ejidal indicó que tiene más de un mes que se suspendió el riego, debido a que el producto ya maduró. La producción En tanto, el productor Gustavo Martínez Luna explicó que el costo por hectárea sembrada varia, pues cuando el lugar está nivelado cuesta entre 25 y 30 mil pesos, pero si apenas se va a nivelar aumenta hasta 50 o 60 mil pesos; al primer corte puede tener un rendimiento de 140 a 150 toneladas, para el segundo hasta 200. Esa misma hectárea tendrá una vida útil de 10 a 15 años, dependiendo del riego, abono y cuidado del productor, después la tierra se “voltea”; el tiempo de crecimiento de la caña es de 10 a 12 meses. La caña que se cuidó a lo largo de 2014 está en su punto, algunas incluso han empezado a florear, y con ello a “vaciarse”. José Arriaga Valiente, señaló que con lo anterior la caña comienza a perder sus propiedades, y conforme pasan los días se “corchea”, es decir, se vuelve hueca por dentro, pierde agua y retiene sólo miel, lo que afecta al productor. Al hacerse hueca, la caña pierde peso, lo que significa menos dinero para el productor, pues se le paga por tonelada vendida; esta situación conviene al ingenio, que de la molienda sólo obtiene miel. El comisariado ejidal comentó que cada vara debe estar en su punto para molerse; tan sólo el ejido de Tilapa debió haber entregado, en estas fechas, un promedio de cinco mil toneladas al ingenio. El problema no termina ahí, pues el no cortar en tiempo la caña y preparar el terreno para la siguiente cosecha, provocará que las varas no estén listas para la zafra 2015-2016, pues estarán muy jóvenes, pudiendo provocar que el rendimiento no sea el óptimo, pero dada la situación no hay muchas opciones.
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