Drama cañero en Coxcatlán

Productores descartan la reconversión de cultivos debido a falta de agua y dinero; Marcelo Cortés Nieto halla nuevo destino para su caña en la elaboración de ron y panela, pero es apenas uno entre cientos de cañeros Patricia FLORES Corresponsal Parte 2 de 2  CAÑAProductores cañeros de la región sur del estado, pese a la mala situación que atraviesa la industria debido a los constantes adeudos del Ingenio Calipam en su contra, han descartado la reconversión de cultivos, ya sea a calabaza, berenjenas o maíz, pues mientras la caña necesita ser regada cada 28 días, otros productos cada 15, además, la situación económica limita esta idea. Durante 2014, la producción de caña en la región de Ajalpan y Tehuacán se vio afectada por la falta de agua, pues los productores pasaron de entregar 25 mil toneladas en el ejido de Tilapa a sólo 15 mil, debido a esta razón un importante número de cañeros de la zona no contempla como opción el cambio de cultivos. Ante esta situación, Abraham Ramírez Guzmán, líder de la Unión de Productores de Caña, adheridos a la Confederación Nacional Campesina (CNC), señala que como única solución se presenta que el Ingenio Calipam salde la millonaria deuda que tiene con los productores de esta región de la entidad. De acuerdo con los antecedentes, la zafra 2014-2015 debió haber iniciado el 16 de diciembre de 2014, sin embargo, el ingenio, aunque ya empezó a dar mantenimiento a su maquinaria —a la cual le falta modernización, pues data de 1926—, no ha hecho el acuerdo con el ejido de Calipan para que les suministre agua para la molienda. Lo anterior porque la empresa no tiene líquido propio, ese convenio debió ser celebrado entre octubre y noviembre de 2014, asimismo, tampoco ha suministrado el dinero para que los cañeros comiencen a buscar cortadores de la vara, los cuales proceden del Valle de Tehuacán y de la Sierra Negra; el recurso es pagado por los propios campesinos. Pese a la intervención de la Subsecretaría de Desarrollo Rural, cuyo titular es Rodrigo Riestra Piña, la cual ya citó a los representantes del ingenio, no hay avances. La primera fecha tentativa para iniciar la zafra, luego de la toma de instalaciones en octubre, fue el 7 de enero, una vez que se liquidara el pago, y al no cumplirse se dijo que sería el 20, pero a decir de Ramírez Guzmán eso no será posible. La propuesta del ingenio, ante su falta de liquidez, es pagar el 50 por ciento del adeudo antes del corte de la caña y el resto durante los primeros 15 días de febrero; la idea recibió un rotundo no por parte de los representantes de los ejidos, quienes en sus respectivas asambleas se niegan a iniciar la zafra si antes no se les paga. La nueva fecha tentativa para iniciar el corte de la vara endulzante es el 24 de enero, para arrancar el 28 con la molienda. Los productores, con la cosecha lista, sólo esperan que el ingenio pague. Vicente López de la Vega, presidente municipal de Coxcatlán, reconoció que la situación “se ha vuelto una calamidad”, pues cada año hunde económicamente a la región, al grado que la última Navidad fue precaria para los cañeros, además, los jóvenes ya evitan la siembra del producto. Aunque el 60 por ciento de los habitantes de esta demarcación se dedica al cultivo de vara dulce, en su mayoría son personas que rebasan los 30 años, quienes con esta actividad aún confían en obtener ingresos, otros más “voltean” sus apancles ante la situación. Debido a la negativa por parte de pobladores para dejar de sembrar caña, se han planteado otras alternativas, una de estas surgió por parte del Grupo Báltico en 2014, cuando ofreció colocar una alcoholera en Coxcatlán. El proyecto anterior no se concretó, aunque se concedieron las 10 hectáreas que la empresa necesitaba, lo que a decir del alcalde entrevistado podría ayudar a no depender por completo del ingenio. Pese a lo anterior, no se pierde la esperanza de vender la caña a esa empresa en el futuro, pues Vicente López de la Vega considera que sólo se deben buscar los contactos necesarios. Por su parte, Abraham Ramírez Guzmán señaló que no quieren ofertar la caña lejos de donde la siembran por cuestiones de costo del flete, aunque ingenios de Veracruz, e incluso de Atencingo, han ofrecido comprarles el producto. En busca de opciones Quien ha ido más allá en la búsqueda de una opción que les permita sacar la caña del campo sin depender del Ingenio Calipam es Marcelo Cortés Nieto, habitante de San José Tilapa, un cañero que el año pasado conoció a una persona de la Sierra de Oaxaca, quien le instruyó sobre la forma de trabajar para obtener productos como ron y panela, 100 por ciento artesanales. A diferencia de aquella región, donde sólo pueden trabajar entre febrero y abril, en Tilapa es posible hacerlo todo el año; para una producción diaria de 250 litros de ron ocupan cerca de 5 toneladas de caña, además se sacan 60 kilos de panela a la semana, aunque esta tiene menor demanda, pese a que su costo es de 15 pesos. El problema surge en la comercialización, pues aunque pudieran trabajar día y noche con un aumento de personal, sólo distribuyen sus productos de manera local, por mucho han podido colocarlos en la Sierra de Oaxaca, de ahí la necesidad de buscar asesoría para hallar nuevos mercados. El producto que no logran colocar se almacena en espera de poder comercializarlo después, y aunque por ahora el proyecto ha tenido buena respuesta, Marcelo Cortés Nieto espera hacer crecer su negocio para tener un ingreso más seguro que con el ingenio y lograr que los demás cañeros vean que pueden tener otras opciones. Mientras algunas opciones en torno a la venta de la vara endulzante están aterrizadas y otras se ven poco viables, los cañeros de la región de Coxcatlán seguirán en el diálogo con el ingenio, pues de acuerdo con Abraham Ramírez Guzmán, “no quieren que se cierre”.
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