Durante su primera gira en México, el Papa Viajero hizo escala en la comunidad de Xoxtla; fue recibido con júbilo por sus habitantes, orgullosos por su pasada canonización Pedro RAMOS Corresponsal El 28 de enero de 1979 es una fecha crucial en la historia de San Miguel Xoxtla, pues en el marco de la primera visita a México del Papa Juan Pablo II, el Sumo Pontífice visitó esta comunidad y dirigió un breve discurso a las comunidades que ese día se reunieron, a quienes dio su bendición. Lo anterior sucedió durante su trayecto de la Ciudad de México a la capital poblana para la inauguración de la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizado también a petición en ese entonces de la empresa Hylsa de México, así como de la gran labor de las autoridades eclesiásticas encabezada en Xoxtla por el presbítero Amancio Vidals y del pueblo en general. Fue alrededor de las 11:30 horas del 28 de enero de 1979, que después de su paso por San Martín Texmelucan la gente comenzó a desahogar todo el júbilo acumulado en los días anteriores por los preparativos, entonando cantos y exaltando los “vivas” entre aplausos, fanfarrias, y demás manifestaciones de alegría, pues la hora estaba cerca. La señal de arribo del Sumo Pontífice a Xoxtla fue el repicar de las campanas, el cual se escuchaba más fuerte con ayuda de las bocinas instaladas que estremecieron los corazones de los presentes. A su llegada a la comunidad se pudo constatar que miles de personas ya lo esperaban para escuchar su mensaje, y fue en ese momento cuando un
obrero originario de Xoxtla, Álvaro Mora Pérez, recibió
al Papa Juan Pablo II con un discurso en representación de los pobladores, a lo cual
el Papa respondió con un abrazo para después expresar un sermón muy emotivo. Las más de 70 mil personas que asistieron al evento permanecían en silencio, atentos y
fervorosos a su mensaje, comentando que acababan de escuchar un excelente llamado en voz de un obrero para un exobrero. A partir de ese día, refieren los pobladores, muchas han sido las bendiciones que ha recibido la comunidad desde la visita del Santo Papa. Entre los tesoros que aún se conservan en la parroquia se encuentra un fiel recuerdo de su visita, un libro firmado de su propia mano que la población resguarda con gran cariño y orgullo, además de una colección hecha por cronista municipal compuesta por fotografías, periódicos, pósters, revistas, medallas, programas, entre otros artículos referente a esa visita tan magnífica. Sin embargo, destacan los habitantes, el recuerdo que realmente perdura es la bendición de aquel 28 de enero de 1979, la cual llevarán a través de toda su vida por la dicha de haber visto en persona al Papa Juan Pablo II. Fue tanto el amor que la comunidad le tiene al llamado Papa Viajero que en 2007, durante marco del Santo Jubileo efectuado en julio, Víctor Hugo Islas donó una escultura de bronce elaborada por Rosa María Ponzanelli, y que en la actualidad se encuentra a los pies de la Parroquia de San Miguel Arcángel. Cabe recordar que el Papa Juan Pablo II fue beatificado en el año 2011 y canonizado el pasado 27 de abril de 2014, por lo que la comunidad de San Miguel Xoxtla está muy orgullosa de haber recibido al Papa Viajero. |