Mancha urbana pone en riesgo biósfera de Tehuacán. Crecimiento urbano amenaza reserva
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Denuncia coordinador del área protegida que autoridades dotan de servicios a asentamientos irregulares en lugar de combatirlos Patricia FLORES Corresponsal 
De 2010 a la fecha, han sido deforestadas 250 hectáreas cada año en inmediaciones de Tehuacán, las cuales son quemadas para dar paso al cambio de uso de suelo y convertirse de tierras agrícolas a habitacionales. Rafael Arzate Aguirre, coordinador de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), dijo que ese proceso ha sido paulatino y en algunos casos fue posible frenarlo, sin embargo, los terrenos no siempre pertenecen al área de la RBTC, pero son de las zonas más afectadas; además, recordó que Desarrollo Urbano municipal es quien debe tomar el asunto en sus manos. Agregó que si bien Tehuacán no es el único municipio con crecimiento acelerado dentro del polígono de la RBTC, lo hace a mayor velocidad. Otra zona de Puebla con esta situación es Tecamachalco, y Tepelmeme, Coixtlahuaca y Tecomavaca, en el estado de Oaxaca, que “avanzan poco a poco hacia la reserva”, lo cual pone en riesgo la vegetación y fauna de la zona. Afirmó que el Ayuntamiento de Tehuacán busca la manera de dotar de servicios a tres colonias que son irregulares, pero en lugar de frenar esa situación fomenta que esos asentamientos crezcan. Indicó que las plantas que había en esos sitios, así como los animales, son eliminados por efecto humano, además, una vez que se cumplan sus demandas y se consideren regulares seguirán creciendo. “Tehuacán es el que ejerce más presión porque está incidiendo en el cambio de uso de suelo para uso urbano”, señaló el funcionario, quien aseguró que conservar la vegetación de la zona es importante porque de erradicarse a largo plazo traería consecuencias para los habitantes de la región, toda vez que la flora permite que haya retención de suelo y filtración de agua de lluvia. Expresó que hasta ahora han podido contener de forma parcial el avance que tiene la mancha urbana, pues las hectáreas que de manera metódica se queman para convertirlas a uso habitacional, son apagadas con apoyo de las diferentes áreas, pero si las hubieran dejado avanzar la mancha urbana se habría “comido” buena parte de la RBTC.
De 2010 a la fecha, han sido deforestadas 250 hectáreas cada año en inmediaciones de Tehuacán, las cuales son quemadas para dar paso al cambio de uso de suelo y convertirse de tierras agrícolas a habitacionales. Rafael Arzate Aguirre, coordinador de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), dijo que ese proceso ha sido paulatino y en algunos casos fue posible frenarlo, sin embargo, los terrenos no siempre pertenecen al área de la RBTC, pero son de las zonas más afectadas; además, recordó que Desarrollo Urbano municipal es quien debe tomar el asunto en sus manos. Agregó que si bien Tehuacán no es el único municipio con crecimiento acelerado dentro del polígono de la RBTC, lo hace a mayor velocidad. Otra zona de Puebla con esta situación es Tecamachalco, y Tepelmeme, Coixtlahuaca y Tecomavaca, en el estado de Oaxaca, que “avanzan poco a poco hacia la reserva”, lo cual pone en riesgo la vegetación y fauna de la zona. Afirmó que el Ayuntamiento de Tehuacán busca la manera de dotar de servicios a tres colonias que son irregulares, pero en lugar de frenar esa situación fomenta que esos asentamientos crezcan. Indicó que las plantas que había en esos sitios, así como los animales, son eliminados por efecto humano, además, una vez que se cumplan sus demandas y se consideren regulares seguirán creciendo. “Tehuacán es el que ejerce más presión porque está incidiendo en el cambio de uso de suelo para uso urbano”, señaló el funcionario, quien aseguró que conservar la vegetación de la zona es importante porque de erradicarse a largo plazo traería consecuencias para los habitantes de la región, toda vez que la flora permite que haya retención de suelo y filtración de agua de lluvia. Expresó que hasta ahora han podido contener de forma parcial el avance que tiene la mancha urbana, pues las hectáreas que de manera metódica se queman para convertirlas a uso habitacional, son apagadas con apoyo de las diferentes áreas, pero si las hubieran dejado avanzar la mancha urbana se habría “comido” buena parte de la RBTC. 
