Patricia FLORES Corresponsal Aunque la actividad en San Gabriel Chilac es la habitual, los niños acudieron a la escuela y los adultos se dispusieron a trabajar, en la calle Aquiles Serdán aún hay rastros de lo ocurrido la noche del miércoles, cuando habitantes y fuerzas federales, estatales y municipales se enfrentaron. La aparente calma se rompe en cuanto los habitantes detectan a alguien ajeno a la comunidad, se ponen alerta y ven con desconfianza. Una viciada tranquilidad se respira en inmediaciones del Palacio Municipal, donde se encuentra un vehículo calcinado. No es la única unidad dañada, una ambulancia y carro recolector de basura tienen vidrios rotos, lo mismo que la alcaldía, que incluso presenta algunas puertas abiertas con papeles tirados en el suelo. Después del enfrentamiento, los pobladores, indignados, decidieron prender fuego al Jetta de color arena, placas NPE-540, en la explanada municipal. Los dos primeros vehículos señalados son propiedad de la Comuna, pero el Jetta pertenece a la Procuraduría General de la República (PGR). La escena es resguarda por un único elemento de la Policía Federal Preventiva, quien recibe instrucciones a través de su teléfono. Pese a lo anterior, algunos pobladores acuden a la presidencia para solicitar documentación por la cual ya pagaron, pero no hay quien los atienda. El alcalde Rigoberto David Martínez Rosas fue solicitado en la ciudad de Puebla por el zafarrancho que armaron sus gobernados y a decir de algunos funcionarios se ignoran cuándo regresará a sus funciones, además, a ellos se les pidió no tocar nada de la zona del conflicto. En inmediaciones de la calle Aquiles Serdán nadie quiere hablar de lo ocurrido; los pobladores fueron encañonados por los efectivos, cuya misión pasó de clausurar la estación de radio La Chileñita a rescatar a Jesús Severo Cabrera Pérez y José Antonio Gómez, elementos de la PGR, y aunque hubo oportunidad, los agentes no efectuaron aseguramientos. Es un par de calles adelante de la zona en cuestión que los vecinos expresan su postura. Aunque se niegan a dar nombres, aseguran que El Negro fue golpeado de forma brutal; después, señalan, los elementos ingresaron a una casa equivocada para buscar a sus compañeros, allí golpearon a la dueña, quien prefirió guardar silencio al respecto. “La cosa se puso cabrona”, agregan, pues antes de que se prendiera fuego a la unidad algunos vecinos se llevaron lo que pudieron de ella, también del interior del Palacio Municipal. Reconocen que hubo saqueo, pero no hay imagen que lo pruebe. “Hubo un chavo que empezó a grabar y a tomar fotos, cuando lo vieron se le fueron encima. Trató de escapar en su moto, pero lo alcanzaron, le quitaron el teléfono y se lo rompieron”. Al enterarse que arribarán el Ministerio Público del fuero común y personal de la PGR para tomar peritajes, señalan: “Esos cabrones van a venir no por quien la hizo, sino por el primero que se encuentren”. La Chileñita 88.5 es una de las tres radiodifusoras clandestinas que existen en el municipio de San Gabriel Chilac, junto con El Ajito 92.1 y La Pionera 97.5, las cuales cerraron sus puertas desde el 24 de junio al enterarse que personal de la PGR iba por La Chileñita En un comunicado que La Chileñita, propiedad de Fernando Gutiérrez Negrellos, emitió mediante Facebook, repudia el actuar de las fuerzas policiacas y defienden su labor como promotor de la cultura chilalteca: la estación es parte de la Coordinadora Nacional de Medios Libres y Comunitarios. La organización solicitó una mesa de diálogo con las autoridades competentes para restablecer un clima de concordia, pues aseguran que los autores de la incursión de la PGR son intervención de la actual administración municipal. Mientras las autoridades realizan las labores respectivas, Chilac sigue con sus actividades cotidianas, sin embargo, tras los violentos hechos no hay siquiera rondines de la Policía Estatal. |