La festividad ha crecido de tal manera que incluso rebasa a la del santo patrono del municipio y es considerada la más grande de aquella zona Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal [gallery ids="130217,130218,130219,130220,130221"] El primer viernes de Cuaresma, pobladores de Tepeojuma celebran al Padre Jesús de las Tres Caídas, tratándose incluso de una fiesta de mayores proporciones que la efectuada para el patrono del lugar, san Cristóbal Mártir. Esta situación se debe a que el Padre Jesús es considerado milagroso y protector de los migrantes, quienes suelen buscarlo antes de emprender su trayecto. Elsa Domínguez, encargada de la iglesia de San Cristóbal Mártir, comentó que la imagen del Padre Jesús llegó a Tepeojuma hace más de 170 años, aunque en principio sólo iba de paso. La figura es originaria de Chiautla de Tapia, cuyos habitantes la habían sacado para llevarla a retocar a la ciudad de Puebla, pero de regreso a la comunidad la noche “agarró” a los viajeros y pidieron posada en Tepeojuma. A la mañana siguiente, cuando la imagen estaba a punto de ser trasladada a Chiautla, una fuerte lluvia se hizo presente, acompañada de vientos y truenos, entonces se decidió dejarla en Tepeojuma. El festejo Juan Sánchez Carrillo, integrante del comité de festividades del Padre Jesús, comentó que desde hace años establecieron que sería el primer viernes de Cuaresma cuando se efectuaría la celebración, la cual ha rebasado a la del santo patrono. Para este año la figura vistió una túnica de color morado, la cual lució desde el Miércoles de Ceniza. El precio del atuendo puede llegar a costar hasta 20 mil pesos, de acuerdo con el tipo de tela y los adornos que se le coloquen. En la actualidad a los festejos acuden alrededor de 10 mil personas provenientes del Estado de México, la Ciudad de México, Morelos y Guerrero, así como de municipios cercanos. La procesión inicia el viernes desde las 16 horas y culmina a las 22 horas. Personas provenientes de la Ciudad de México llegan cada año a Tepeojuma con réplicas del Padre Jesús en agradecimiento a la protección recibida durante su paso por la frontera norte del país. Además, parte del dinero invertido para la celebración es donado por migrantes, así como por habitantes locales. Encomienda añeja Joaquín Pineda, habitante de Tepeojuma, relató que desde hace 20 años realiza un arco para adornar la entrada a la iglesia debido a una manda, esto como agradecimiento al Padre Jesús de las Tres Caídas por ayudarlo con un problema familiar. Así, desde hace dos décadas la fe de este hombre no ha hecho más que crecer, por ello cuando sufre algún problema se encomienda al Padre Jesús en busca de ayuda divina. De esta forma, Joaquín Pineda aseguró que durante los años que le queden de vida cumplirá con la realización del arco para la feria; es tal su labor que algunos pobladores han asegurado que será difícil encontrar quien la realice con la misma calidad, pese a que él confía en que su descendencia siga su ejemplo. Esta labor ha generado el interés de varias localidades, por ello cuando a Joaquín le piden que efectúe un arco para otra iglesia, como parte de su promesa, no cobra la mano de obra, pero pide apoyo con una banda musical para la festividad del Padre Jesús de las Tres Caídas.