Revive la Cuaresma a “pueblo fantasma”

Revive la Cuaresma a “pueblo fantasma”
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La comunidad es habitada por apenas 550 personas entre ancianos y niños, pues los adultos suelen ir en busca del sueño americano; durante Cuaresma es visitada por al menos 20 mil creyentes  Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal 0c883d0f-6e38-42d7-b53c-642724a947eb La junta auxiliar de Tejalpa, en el municipio de Tehuitzingo, recibe cada quinta semana de Cuaresma a más de 20 mil personas, con lo cual, al menos por unos días, “revive” esta comunidad habitada sólo por ancianos y niños. El día de más afluencia es el viernes, cuando miles de personas acuden a visitar el santuario del señor de Tejalpa, población donde la mayoría de los hombres y mujeres en edad de trabajar partieron hace tiempo a los Estados Unidos u otras regiones del país. De acuerdo con Guadalupe Farías, avecindada en la localidad, se cree que el señor de Tejalpa es milagroso, por ello cada año arriban alrededor de 20 mil personas provenientes de Hidalgo, Guerrero, Tlaxcala, Oaxaca, el Estado de México, la Ciudad de México y el interior de la entidad. La comunidad Tejalpa es una localidad considerada como de alta marginación, con calles sin pavimentar y casas que en su mayoría fueron hechas con adobe y carrizo. Desde hace años mucho s de sus pobladores optaron por buscar el sueño americano y en la actualidad radican en ciudades como Nueva York o Las Vegas. Algunos otros buscaron mejor suerte en Acatlán de Osorio o Izúcar de Matamoros y suelen regresar a Tejalpa para la festividad. En la demarcación hay apenas 550 pobladores, en su mayoría ancianos y niños, quienes habitan casas con patios que oscilan entre los 200 y 500 metros cuadrados, los cuales por unos días se convierte en estacionamientos o incluso campamentos. El pueblo es atravesado por un río limpio, a donde los peregrinos acuden a bañarse tras su arribo para mitigar el calor propio de aquella región de la Mixteca poblana. En la localidad también se produce un aceite “santísimo”, el cual es solicitado por los visitantes del Cristo de Tejalpa, pues consideran que tiene capacidades curativas. Para muchos, esta festividad es la más grande en aquella zona de la entidad, a pesar de que el santuario pertenece a la Diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca. El festejo El quinto viernes d1e53c5c2-26d5-4189-99a7-d5caf5f03b8be Cuaresma decenas de peregrinaciones arriban a Tejalpa, pese a que el acceso a la localidad es difícil; sin importar esto, según la manda, los creyentes se presentan ante el Cristo de Tejalpa a pie o en bicicleta. En la iglesia, viernes y sábado las misas se ofician una tras otra en honor a las comunidades que se hacen “presentes” o para familias que hayan cubierto el costo. Antonio Lucero Mejía, presidente auxiliar de Tejalpa, informó que la noche del quinto viernes de Cuaresma el señor de Tejalpa sale en procesión, la cual debe durar toda la madrugada, pues la imagen debe regresar al santuario hasta el amanecer. Por lo anterior los rosarios son prolongados y el tránsito lento. La ruta es adornada con alfombras de aserrín y flores. Debido al mal clima reciente, autoridades de Protección Civil reforzaron los operativos de vigilancia en la región. La leyenda De acuerdo con los relatos en torno a esta festividad, se sabe que en el kilómetro 31 de la carretera internacional a Oaxaca, en un lugar llamado La Jiotillera, vivía un matrimonio humilde. El 1JESUS de julio de 1650 llegó hasta el sitio un forastero, quien pidió albergue a la pareja, la cual aceptó. Durante la cena el hombre observó que el matrimonio tenía una cruz, entonces les preguntó si deseaban que ésta tuviera una imagen de Jesucristo. La pareja respondió que sí, pero que carecían de dinero para tal trabajo. El forastero se ofreció a tallar la imagen, sólo pidió un espacio dónde trabajar. La mujer lo condujo a una habitación y allí lo dejó toda la noche. A la mañana siguiente, cuando fueron a tocar la puerta, nadie les respondió, entraron a la fuerza y observaron que su cruz ya tenía la figura de Jesús, pero del forastero no había rastro. A partir de entonces se veneró la imagen, pero debido a las fuertes lluvias que azotaban a la región en julio se optó por cambiar la fecha de los festejos para el quinto viernes de Cuaresma.