Visitan decenas de fieles a El Señor del Calvario

José SÁNCHEZ Corresponsal Segunda de dos partes Entre mitos y leyendas, decenas de peregrinos visitan la iglesia del Señor del Calvario del cerrito de Tlacotepec, para ver la milagrosa imagen del Cristo negro; la mayoría de fieles llegan en la feria patronal el primer domingo del mes de Julio; sin embargo durante el periodo de Cuaresma también caminan hombres, mujeres y niños por las veredas y caminos. Durante el periodo de Cuaresma y en la Semana Mayor por la muerte y pasión de Jesucristo, decenas de peregrinos de distintas partes del país como Orizaba, Ciudad Serdán, Tecamachalco, Tepeaca, Tlaxcala, Oaxaca, entre otras poblaciones del estado de Puebla y México, acuden a dicha la iglesia a dar gracias ante los pies de la imagen del Señor del Calvario. En entrevista con Mario Beristain, exmayordomo de la imagen del Señor del Calvario, narró la historia de la iglesia del cerrito de Tlacotepec de Benito Juárez, además la refiere, a sus 80 años de vida, a las nuevas generaciones que visitan el lugar. Mario Beristain, comentó para El Popular, diario imparcial de Puebla, que algunos documentos escritos mencionan que el origen de la imagen proviene del estado de Chiapas; sin embargo, los documentos de la congregación civil de Tlacotepec señalan que la imagen del Señor del Calvario es de Guatemala, del territorio Maya de donde es distintivo el tallado escultural; así lo narró el hombre que alguna vez fue mayordomo del santo de los comerciantes de los pájaros, por eso a la fiesta del mes de julio se le llama feria del Cenzontle. Con certeza en los escritos de la historia de Tlacotepec y del valle de Tecamachalco, está documentado por algunas personas que la imagen del Señor del Calvario llegó a Santa Cruz Tlacotepec entre los años 1590 y 1595 del siglo 16, se apostó hasta la cima del cerro, donde hoy se encuentra la santa escala de la pieza del Cristo negro, como algunos lo conocen. 2Según diversos relatos sobre la historia de Tlacotepec de Benito Juárez, en el año de 1520 las tropas de Hernán Cortes preparaban con anticipación el ataque definitivo a la capital del imperio Azteca, fundaron en Tepeaca un pueblo que llevó el nombre de Segura de la Frontera, desde ese lugar las tropas y los religiosos hacían frecuentes incursiones a los pueblos vecinos de Acatzingo, Quecholac, Tecamachalco y Tlacotepec. Las tropas se adentraban para buscar elementos de guerra, en cambio líos religiosos lo hacían para conquistar almas; los primeros era soldados del rey Carlos V, los segundos eran soldados de Dios, entre los que se distinguió Fray Bartolomé de Olmedo, quien bautizó al cacique de Tlacotepec de Benito Juárez. La aparición de la imagen del Señor del Calvario De acuerdo con los documentos, una mañana uno de los indígenas Popoloca (quienes eran moradores de las faldas del cerro de Tlacotepec), subió movido por una fuerza inexplicable y halló una caja de madera, consiguió abrirla y con una gran sorpresa se encontró con un crucifijo, entonces un fuerte resplandor le oscureció la vista y al recobrarla, pudo observar un par de jóvenes vestidos de blanco custodiando el crucifijo. Uno de los jóvenes le dijo que tenían que venerar ahí la imagen encontrada, que buscara a los sacerdotes franciscanos del pueblo de Tecamachalco y que refiriera el hallazgo ante los padres; así lo hizo y comunicó la aparición de la imagen. Los sacerdotes dudaron de las palabras del indígena que los llevó por las veredas que hoy forman los pueblos de Alseseca, San Gabriel Tetzoyocan y Tecalzingo, hasta llegar al rumbo de Tlacotepec de Juárez. 4Al llegar, los sacerdotes se asombraron por lo que descubrieron y de esta forma se corrió la voz, se dio a conocer la aparición del crucifijo y la noticia llegó a los pueblos cercanos, de donde empezaron a llegar ofrendas dedicadas al Señor del Calvario. Entre los sacerdotes y cacique de Tlacotepec se coordinaron para construir de inmediato una capilla en la parte baja del cerrito, en lo que hoy conoce como el barrio de la columna, para albergar en ella el crucifijo. El primer milagro del Cristo del Calvario Los sacerdotes decidieron llevar la imagen en una procesión solemne, donde el crucifijo fue bajado en cada terreno que forma parte del municipio, hasta que llegó a la Capilla del Barrio de la Columna, donde se realizó la primera misa. Durante el resto del día las visitas y ofrendas al Señor del Calvario se multiplicaron por docenas, pero a la mañana siguiente, al abrir la capilla, se observó que no estaba el crucifijo, por lo que se pensó en un robo sacrílego; se buscó la imagen por todas partes hasta que en la parte alta fue encontrado intacto y de nuevo lo bajaron a la capilla que fue construida para su estancia. L7os pobladores velaron toda la noche la imagen; sin embargó, por la madrugada el crucifijo volvió a desaparecer y los vigilantes mencionaron al pueblo que no vieron nada extraño; entonces, por tercera vez, fue bajado del cerrito donde se le encontró. El milagro se repitió en varias ocasiones, hasta que por fin se dejó la caja donde había aparecido en un principio la imagen, desde entonces al lugar se le dio el nombre de Señor del Calvario. El documento informa también que a la imagen la hicieron titular de la “preciosa sangre de Cristo”, en el lugar el sacrificio de Jesús de Nazaret se celebra el día 1 de julio, desde el año de 1600. Sólo 15 días después de esa fecha, en la celebración de misa, “el Señor” cambió su color blanco por el oscuro, con ese milagro, la imagen tomó la tez morena de los indios, por lo que el pueblo se sintió correspondido y se entregó en cuerpo y alma al culto religioso cristiano. La fiesta que se celebra en honor del Cristo del Calvario en la feria de Tlacotepec en el mes de julio se llega a conocer como la Feria del Cenzontle, en donde gente de afuera lo visita, en especial de Orizaba, cuya urna fue construida en esa ciudad.
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