Lucía PÉREZ Corresponsal La Asociación Civil Un Mundo Una Nación ha tramitado en los últimos años cinco permisos de estancia por razones humanitarias para extranjeros en situación vulnerable, de los cuales hasta la fecha se han concretados dos; contrario a la poca gestión de permisos que lleva a cabo el gobierno del estado de Tlaxcala. Lo anterior se dio a conocer durante la presentación del informe Un camino incierto justicia para delitos y violaciones a los derechos humanos contra personas migrantes y refugiadas en México, que se llevó a cabo en el albergue para migrantes La Sagrada Familia, ubicado en Apizaco. El padre Elías Dávila Espinoza, responsable de la Pastoral de Migración de la Diócesis de Tlaxcala; así como Maureen Meyer de la Oficina de Washington para América Latina (Wola, por sus siglas en inglés); y Karina Ramírez representante de Un Mundo Una Nación, explicaron que los permisos humanitarios fueron liberados en favor de dos hombres entre 25 y 30 años de edad, uno de ellos fue sobreviviente de un ataque con arma de fuego en el municipio de Xaloztoc, a manos de guardias de Ferrosur, y en el caso del segundo, la causal fue por razones humanitarias. Acompañados por migrantes centroamericanos, señalaron la necesidad de que las autoridades mexicanas regulen la clasificación de los delitos graves para poder otorgar las visas humanitarias, pues durante su paso por el país son víctimas de múltiples delitos y violaciones a los derechos humanos, tales como el secuestro, la trata, la desaparición forzada, la violencia sexual y el robo violento, sin contar las mutilaciones que sufren cuando caen del tren, más cuando existen barrotes, como los de Tlaxcala. Karina Ramírez Rivera, miembro del proyecto Un Mundo Una Nación, lamentó que los trámites lleven un proceso tardado, engorroso y burocrático, al ejemplificar que un migrante requería asilo pero le pedían una cantidad de cosas que no podría cumplir. Por separado, destacaron que continuarán con las actividades en defensa de los derechos migrantes, así como regularizar su situación migratoria para que puedan trabajar en el estado y alcanzar una vida tranquila durante su estancia. En el albergue de la Sagrada Familia, ubicado en el municipio de Apizaco, el padre Elías Dávila Espinoza, Maureen Meyer de la Oficina de Washington para América Latina (Wola), y Karina Ramírez, respectivamente, presentaron el informe Un camino incierto, justicia para delitos y violaciones a los derechos humanos contra migrantes y refugiadas en México. |