Lidchy HERNÁNDEZ Corresponsal Pobladores del barrio de La Magdalena perteneciente al municipio de Izúcar de Matamoros, exigieron al Ayuntamiento la destitución de Venancio Camarillo Luna, quien es inspector auxiliar de dicho lugar, pues se presume que está involucrado en la malversación de recursos económicos. Un grupo de habitantes del barrio pidió al Ayuntamiento la destitución del cargo del inspector auxiliar porque consideran que ha incurrido en actos ilegales, así como en desvío de los recursos económicos que la comuna entrega de forma periódica a los inspectores para la solvencia de gastos de cada zona que representan. Los inconformes, en una asamblea efectuada en el barrio, mediante usos y costumbres desconocieron al inspector Venancio Camarillo Luna como su autoridad, esto desde el pasado 17 de abril, argumentando que este funcionario ya no le conviene a los intereses de los pobladores, puesto que ha lesionado los derechos de sus ciudadanos. Los pobladores expresaron que en dicha asamblea nombraron a Antonia Vázquez Gallardo como nueva inspectora del barrio de la Magdalena para concluir los dos años que restan. Antonia Vázquez Gallardo señaló que hasta el momento Camarillo Luna se niega a entregar el inmueble de la inspectoría, así como sello, mobiliario y documentación correspondiente a la administración del barrio. Vázquez Gallardo fue electa por Usos y Costumbres por los ciudadanos del barrio, ya que reunía los elementos para la destitución del inspector Venancio Camarillo Luna; asimismo porque se han documentado las anomalías en que ha incurrido el ahora exinspector para los pobladores. Algunas de las anomalías que provocaron la destitución del inspector fue el cobro excesivo de constancias de vecindad, las cuales tenían un costo de 600 pesos ya que se supone debieran de ser gratuitas, sólo requiriendo de una cuota de recuperación de 20 pesos. Otra anomalía fue la venta irregular de una camioneta propiedad de la inspectoría, cuya unidad había sido donada para que sirviera como patrulla de vigilancia, este vehículo fue vendido por Venancio Camarillo Luna sin autorización de los habitantes del barrio, además comerció material de fierro de unos tableros que estaban en el techo de la inspectoría, comercializando todo esto como fierro viejo, sin dar cuentas o explicación alguna a los habitantes. Por último, los inconformes también denunciaron el mal uso de los programas sociales, ya que esta mala aplicación sólo ha beneficiado a personas cercanas del exinspector, como sus amigos y familiares. |