Temen en Tlapanalá por conflicto entre edil y contralor

Vecinos de Tlapanalá temen por su seguridad ante los actos violentos registrados en días recientes, pues consideran que éstos tuvieron la finalidad de desestabilizar la paz social.

Gerardo Rosas Cázares, presidente municipal de Tlapanalá, desmintió la versión de que la alcaldía estuviera tomada por ciudadanos.

Agregó que este señalamiento circula desde principios de junio de 2016, pero se trata de un rumor propagado por personas que pretenden desestabilizar la zona.

Comentó que las labores del Ayuntamiento se efectúan de manera normal; asimismo, el personal que labora en la Comuna presta sus servicios sin contratiempos, en los horarios establecidos.

Agregó que fue el martes cuando se hizo el retiro de los dos vehículos incendiados de las afueras de la Presidencia Municipal; se trató de 1 patrulla y 1 ambulancia.

La quema de los automotores en Tlapanalá tuvo lugar la madrugada del domingo. Después de los hechos violentos fue colocada una cartulina con amenazas para el alcalde, lo cual ha generado incertidumbre entre la población, que teme por su integridad.

El municipio de Tlapanalá se ha caracterizado por ser un foco rojo en cuanto a seguridad, pues por diversas circunstancias la población no ha permitido el acceso de personas ajenas a la localidad.

Algunas habitantes, quienes prefirieron omitir su nombre, comentaron que los conflictos se deben a la "guerra por el poder" entre el alcalde Gerardo Rosas y un individuo identificado como Lorenzo Pliego Campos, contralor del Ayuntamiento y suplente del munícipe.

Se presume que durante la campaña realizaron un acuerdo donde el actual edil gobernaría 2 años 4 meses y el resto de la administración la llevaría el suplente; tras cumplirse el plazo se pidió la salida de Rosas Cázares.

Pobladores agregaron que la disputa existe desde el año pasado, cuando Gerardo Rosas se negó a dejar el poder; en tanto, la ciudadanía agregó que hay mala ejecución de obra pública.

Por lo anterior, pidieron la intervención del gobierno del estado para que esta disputa no afecte a los pobladores y regrese la paz social, pues temen que para la próxima ocasión los inconformes no sólo quemen unidades oficiales, sino también de particulares.