Jueves 11 Agosto 2016

Después de cuatro horas de lluvia intensa, el cuerpo de Candelaria Vázquez llegó a la casa de San Juana y Ciriaco, quienes abrieron las puertas para que el lodo entrara, mientras sus tres hijas permanecían arriba de las tarimas que hacían la función de camas.

Eran las 22 horas del sábado cuando Ciriaco Sánchez Corona salió a reconocer el cuerpo y se dio cuenta que era el de Candelaria Vázquez, quien vivía a más de un kilómetro cerro arriba.

Cuando las hijas intentaron salir para ver de qué hablaban sus padres, la más pequeña gritó con miedo: "mamacita, me va a llevar el agua".

Cuatro días después de la tromba más intensa que se haya sentido en esta junta auxiliar del municipio de Tlaola, San Juana y Ciriaco todavía lo recuerdan con claridad, pues el agua que vino del río les cambio la vida.

Los muros de sus dos recámaras eran de blocks de cemento y por eso resistieron el agua espesa, como lo afirmó Ciriaco; pero la puerta trasera, de madera, no soporto y fue reventada por el líquido; después, el padre de familia atrancó el portón principal para que el caudal cruzara; fue entonces cuando vio el cuerpo de la mujer de 55 de años.

A Candelaria Vázquez la sepultaron el pasado martes, pero todavía no encuentran los cuerpos de dos de sus hijos, de su nuera y una nieta.

"Todavía no aparece la familia de doña Cande, sólo ella y otra señora que también se fue, pero ella solita", recordó San Juana Amelco, quien para describir el grado de la tragedia, aseguró que ni siquiera sabe dónde estaba la casa de Candelaria, que era de madera y desapareció.

Antes de ir a refugiarse al segundo piso de la casa de un tío, Ciriaco cargó el cuerpo de la mujer para recostarla junto al muro de su casa y la tapó con una cobija; después, sacó a su familia para llevarlas casi de madrugada a un lugar seguro.

El conteo de muertos

En Chicahuaxtla contabilizaron nueve muertos, dos de ellos fallecieron a causa de miedo y depresión el pasado lunes, mientras que cinco más no aparecen; por lo que la cifra podría aumentar.

Entre los fallecidos se encuentra el doctor Manuel; aunque en Chicahuaxtla no tenía a ningún familiar, la comunidad lo recuerda con cariño, pues lo consideraban como una persona que atendía con gusto en su consultorio particular; a veces sin cobrar y se trasladaba a cualquier comunidad siempre que fuera necesario.

Los pobladores calculan que el doctor, de 45 años, llevaba otros 18 en el pueblo, su familia radicaba en la ciudad de Puebla.

El conteo del presidente auxiliar, Luis Picazo Tlacomulco, arroja ocho desaparecidos y tres muertos, aunque desconoce cuántos fallecieron en cama y fueron enterrados.

El munícipe narró que desde la noche del sábado, algunos pobladores empezaron a llegar a la presidencia, donde pernoctaron; después, durante la mañana del domingo todo el pueblo se concentró en la plaza pública para empezar el recuento de los daños.

Durante todo el domingo y la mitad del lunes estuvieron solos; el camino para llegar a su comunidad estaba cerrado.

Después del medio día del lunes inició el conteo oficial de muertos y desaparecidos, así como el de casas destruidas o dañadas.

"La verdad ya no puedo llevar bien la cuenta aquí, más o menos en el último conteo fueron 350 casas de unas 500 que calculo tenía el pueblo", dijo en entrevista el edil.

Llegó primero el Doctor Simi

Ayer, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas y la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, acudieron a Chicahuaxtla.

Para Luis Picazo, llegaron sólo a prometer apoyos "él dijo que no nos iba a faltar nada, vino a prometer. Igual que la señora Rosario, también prometió otros apoyos. Pero sólo caminaron por las calles pavimentadas y no entraron a donde la gente les quería enseñar".

La versión oficial dice que "Robles Berlanga y Moreno Valle, acompañado por su esposa, Martha Érika Alonso, se trasladaron a la localidad de Chicahuaxtla, donde recorrieron la zona, escucharon a la gente y atendieron sus peticiones; además, supervisaron los trabajos que ya se iniciaron para atender la emergencia y reconstrucción de la comunidad".

De acuerdo con el gobierno del estado, Moreno Valle precisó que se trabaja de manera rápida y eficaz para reimpulsar la economía de Tlaola, por lo que entregó apoyos del sector agropecuario.

Sin embargo, después de que Moreno Valle y Rosario Robles se retiraron del lugar, llegaron tres camiones de tres y media toneladas, cargados con despensas por parte del Doctor Simi.

Los activistas de la Fundación Simi perifonearon que habían llegado a apoyar, pues la asociación era altruista y estaba dispuesta a ayudar sin interés. En su necesidad, las mujeres se formaron para recibir despensas y otras más se reunieron alrededor de lonas en donde se les aventaba ropa.