Despiden a 60 empleados de Bacardí en Izúcar
A los ahora exempleados se les notificó que la compañía enfrenta una baja demanda de sus productos en el mercado mexicano
La empresa Bacardí y Compañía, SA de CV, despidió a cerca de 60 trabajadores, los cuales fueron liquidados a finales del mes de agosto y principios de septiembre de 2016, como parte de una reestructuración en materia de producción de bebidas. Las instalaciones de la empresa se asientan en la junta auxiliar de la Galarza, perteneciente al municipio de Izúcar de Matamoros y da empleo a muchos izucarenses. Bacardí ha compartido que la información sobre los despidos seria proporcionada en el corporativo establecido en el municipio de Tultitlán, estado de México, ya que en Izúcar se niegan a dar información relacionada con dicho despido de personal. De acuerdo con información recabada entre extrabajadores, los cuales decidieron omitir sus nombres, comentaron que el despido fue de manera sorpresiva, pues sólo les informaron que ya no requerirían de sus servicios como empleados, sin ninguna explicación. Detallaron que más tarde, se enteraron que el argumento es que hay baja demanda de sus productos en el mercado mexicano. Señalaron que han escuchado versiones de que los empresarios de la marca del murciélago, que en los años noventas llegó a tener hasta el 60 por ciento del mercado, pretenden desmantelar las instalaciones de Izúcar, para ser llevadas o establecidas en Cuba. Los fundadores e impulsores proceden de ese país, cuyos ingenieros fueron los diseñadores de la planta que se localiza en la carretera federal Izúcar de Matamoros-Atlixco, en la junta auxiliar de La Galarza. Hoy en día, la fábrica ocupa una extensión territorial de treinta hectáreas; en su interior hay unos tanques de almacenamiento con capacidad de 230 mil litros cada uno, destinados para tareas de fermentación y destilación; asimismo, cuenta con una planta de tratamiento de agua. El primer despido de personal ocurrió a mediados de junio de 2004, con el mismo argumento de problemas financieros, lo que obligó a la compañía al despido de 50 empleados, mientras que en la planta de Tultitlán, fueron 500 los despedidos. Hasta el año 2004, un obrero ganaba en promedio semanal de 2 mil a 2 mil 800 pesos, en cuanto a reparto de utilidades percibían hasta 180 mil pesos, pero presuntamente eso habría sido el problema financiero que generó al reajuste de personal. |