Sábado 29 Octubre 2016

En lo que va de la administración municipal de Tehuacán, se han detenido tres intentos de diferentes empresas de suministro de combustibles para colocar sus instalaciones, dos de ellas eran gasolineras y una más era de etanol; en dos de los tres casos fue por la negativa de los vecinos, así lo informó el síndico municipal, Miguel Ángel Romero Calderón.

Esto lo declaró tras la negativa de los vecinos de la avenida de la Juventud para que una gasolinera se ubicará en la esquina de esa calle y la avenida Coxcatlán, argumentando que su construcción atenta con la seguridad de quienes viven en los alrededores; por esto el funcionario dijo que hasta donde se tiene conocimiento sí hay una petición para realizar la obra, pero hasta ahora no hay una aprobación.

Expresó que si bien no se necesita que de manera forzosa el permiso pase por la aprobación del Cabildo, se hace así para evitar que existan malos entendidos, o que pudiera creerse que se tiene algún arreglo por debajo del agua; asimismo, indicó que uno de los requisitos para poder dar luz verde a un plan de esta envergadura es que los vecinos estén de acuerdo en un 100 por ciento con el mismo.

Explicó que la labor de convencimiento no corresponde al municipio, sino a los inversionistas, ellos sabrán la forma en que obtienen la anuencia del 100 por ciento de los pobladores de la zona, en por lo menos cinco cuadras a la redonda, si alguno de ellos se niega, como ha pasado, entonces no hay autorización.

Señaló que se le ha detallado que el colocar una gasolinera en la referida ubicación no representa riesgo alguno para la población, y muestra de eso es que en las grandes ciudades hay dispensadoras de gasolina en pleno centro, sin que haya habido un incidente; no obstante, no es a él a quien se debe convencer, sino a los habitantes de la zona.

Afirmó que el caso de la gasolinera de Héroes de Nacozari, cuyo terreno en la actualidad está en venta, también tuvo que frenarse porque los vecinos no estaban de acuerdo, además de que ahí sí consideraban que existía un riesgo, porque el lugar está junto a las vías del ferrocarril; el otro caso fue el de Oxifuel, una empresa que distribuía etanol como combustible, ahí no había vecinos que se opusieran, pero los empresarios olvidaron realizar el trámite para los permisos y se les clausuró el negocio.