Cuatro mil 973 cabezas de ganado fueron sacrificadas por el principal introductor de producto de temporada de Matanza, Íñigo García Manzanares, quien dijo que pese a la fuerte promoción en la ciudad de Puebla por el mole de caderas, los restauranteros de la capital no acudieron a Tehuacán por ese ingrediente. Opinó que es un error que las autoridades municipales respalden actividades de mole de caderas en Puebla capital, cuando lo primero que deberían hacer es impulsar a Tehuacán para atraer a paseantes y comensales, que es lo primordial. Al no hacerlo, lo que fomentan es la ilegalidad, afirmó el entrevistado. Expresó que los restaurantes poblanos surtieron las caderas en rastros clandestinos que surgieron en la ciudad de Puebla, pues por costo es mucho más barato que acudir hasta Tehuacán por el producto. No obstante, sostuvo que él no pondrá una tienda para distribuir las auténticas caderas de matanza en Puebla, porque entonces sería tanto como apoyar la "absurda medida" de las autoridades. Mencionó que Puebla lo que ha hecho es "robarse" la tradición del mole de caderas y la Matanza, y aunque no está en contra de que aparezcan otros introductores, la molestia es porque al promocionar en otros lugares no se activa el mercado tehuacanero, que debería ser el fin. Comentó que las autoridades locales lejos de alentar a los introductores, les cobran el sacrificio por animal más caro que si estuvieran entregando el ganado en el rastro municipal, costo que debe ser absorbido por él, pues de por si el ganado ha subido más del 30 por ciento en su precio a lo largo del último año. Dijo que los rastros clandestinos son los que siguen suministrando carne de matanza a los restaurantes que aún ofertan el mole de caderas, porque en realidad la temporada finalizó hace algunas semanas, afirmó que decir clandestino es un mero dicho, porque en la realidad la autoridad es la que los solapa, pues es un negocio para ellos. |