04 Diciembre 2016

Los más de 500 internos que se encuentran recluidos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tehuacán fueron reubicados la semana anterior con base en el riesgo social que representan. Esto fue determinado a través de varias pruebas; la decisión no la tomó el director del penal, Jesymar Castillo Arangute, sino la Dirección General de Ceresos.

El funcionario dijo que dentro del consejo técnico que se tiene al interior del reclusorio solicitó que pusieran especial atención a los diferentes dictámenes que se emitieron, pues esos se giraron a la autoridad superior. Mencionó que fue necesario hacer sesiones extraordinarias para pedir que todo lo que se haga sea con base en escritos, de modo que no se pierda la información.

Agregó que en ocasiones el hecho de que los reos tengan alguna actividad en el ámbito laboral y pedagogía también debe ser tomado en cuenta. En total, el Cereso alberga 29 mujeres y 498 varones, aunque no a todos se les ha definido su situación jurídica; por lo menos 375 de ellos ya tienen sentencia definitiva.

Además, aseguró que el penal no padece sobrepoblación e indicó que el encargado de hacer las pruebas que determinaron la forma en que se cambiarían a los internos fue el Departamento Criminólogo, tomando en cuenta la conducta de cada uno de ellos, desde el ámbito psicológico, criminólogo, laboral y social, etcétera.

El recién nombrado director dijo conocer de las recomendaciones que ha emitido la Comisión de Derechos Humanos y a partir de ahí se han hecho algunos cambios, como la mejora en los alimentos a los internos, de modo que lo que consuman tenga la calidad necesaria.

Asimismo, informó que por ser temporada invernal permitirán que los familiares de los reos acudan con una cobija o cobertor para dejársela a su pariente, en el entendido de que las noches son muy frías, pero dejando claro que una vez que la temporada finalice tendrán que retirar esas prendas.