A la semana se atienden hasta 27 accidentes de motociclistas por parte de Protección Civil y Bomberos. En su mayoría, los percances son ocasionados por la falta de cumplimiento al reglamento por parte de los conductores de dichas unidades, afirmó Alejandro Rodríguez González, director del área. Indicó que los conductores de este tipo de vehículos suelen zigzaguear entre los vehículos de cuatro ruedas, aun cuando el reglamento establece que deben tomar su carril como cualquier otro automotor; no obstante, los jinetes metálicos, en particular los repartidores, suelen ignorarlo. Otra constante es el poco uso del casco de seguridad, que cuando es utilizado se hace sólo por cumplir; algunos motociclistas, aunque lo emplean, lo hacen mal, ya sea que no lo abrochan, así que al momento de un accidente ese accesorio no los protege como debería. A decir del entrevistado, el 95 por ciento de los motociclistas no usan ninguna otra protección adicional. Señaló que apenas un par de empresas entregan ese equipo de protección completo a sus empleados, lo cual es relevante porque al momento de un accidente es el cuerpo de la persona que conduce la moto el que se lleva todo el impacto, de ahí que en el 90 por ciento de los casos haya fracturas en caso de accidente, algunas incluso expuestas. Mencionó que aunque el uso de las motocicletas se ha popularizado, el promedio de edad de quienes tienen accidentes en ese tipo de vehículo es de entre 20 y 30 años. Enrique Ximello Salaya, director de Tránsito municipal, confirmó que el uso de las motos ha aumentado, en la actualidad el 35 por ciento del parque vehicular de la ciudad es de motociclistas. Comentó que eso ha traído como resultado que los accidentes en dicho vehículo aumenten; para tratar de que disminuyan el año pasado se realizó una campaña para fomentar el conocimiento del reglamento y las medidas de seguridad que deben seguirse. Para este año esa misma campaña se ha replicado en las juntas auxiliares, donde es más común que los motociclistas no usen las medidas básicas de seguridad, como el casco. |