Cinco sacerdotes católicos pertenecientes a la Diócesis de Tehuacán han sido objeto de amenazas telefónicas, así como persecución, esto por pronunciarse de manera abierta sobre cuestiones de inseguridad, delincuencia y situaciones sociales. Así lo señaló el padre Anastasio Hidalgo Miramón, párroco de la Preciosa Sangre de Cristo, quien dijo que "llevar el mensaje de Cristo es complicado"; en especial, en las regiones ubicadas dentro o muy cerca del llamado Triángulo Rojo, donde los sacerdotes han llegado a cambiar sus horarios; lo cual no hace que disminuya el riesgo de ofrecer sus servicios. El prelado mencionó que en el corredor entre la Diócesis de Tehuacán y la de Puebla ha aumentado el riesgo para los clérigos al grado de que han pedido cambios de sede; incluso, el obispo Rodrigo Aguilar Martínez se ha dicho dispuesto a conceder las reubicaciones. Comentó que han sido hostigados con mensajes como "bájale a lo que estás diciendo", por lo que son conscientes de que si hacen algo objetivo, abierto y de denuncia no faltará quien se moleste; sin embargo, no les queda más que extremar medidas de precaución y, en última instancia, un cambio de parroquia. El padre señaló que están muy expuestos por el entorno de inseguridad que se vive en la zona; asimismo, se les ofrece dinero como si fuera una limosna, esto con la intención de que no toquen ciertos temas; no obstante, entre los clérigos, la postura es de no recibir dichas "dádivas", pues aquello significaría "compromisos con personas indeseables" y coludidas con la delincuencia. Hidalgo Miramón dijo que deben proteger a la feligresía, por lo que consideran un paso fundamental negarse a recibir dinero de personajes sospechosos; en poblaciones se respeta aún a la figura del sacerdocio, lo cual significa un apoyo mutuo. |