La compra y venta de combustible robado ha rebasado los límites del llamado Triángulo Rojo, ya alcanzó a Tehuacán y algunas zonas de la Sierra Negra, admitió el obispo de la Diócesis de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, quien pidió a la feligresía no involucrarse en ese delito. Aguilar Martínez dijo no tener conocimiento sobre si sacerdotes de esa zona hayan sido amenazados, pero sí de que se han tomado medidas cautelares, como el no oficiar servicios religiosos en la noche, esto pese a que en viernes santo y sábado de gloria algunas actividades son nocturnas, aunque tiene la esperanza de que los grupos delincuenciales permitan que todo transcurra en paz. El prelado comentó que el ducto por donde se transporta el combustible robado ha formado una línea en donde la ordeña es una constante; incluso, hay casas que se han convertido en cisternas para almacenar el líquido, aunque acotó que el delito no sólo se da en esa zona, ya que colaboran en él todos aquellos que compran y consumen ese hidrocarburo. "Es evidente que el crimen organizado dedicado a la ordeña, compra y venta de gasolina robada ha invadido la vida de muchas personas, por lo que pido a los feligreses a ser congruentes viviendo en la verdad, en el bien, y en la solidaridad con los que sufren, evitando involucrarse en cualquier fase de ese ilícito", dijo. Aguilar mencionó que las personas deben ser prudentes y mantenerse a distancia de esa forma de vida, al tiempo que sugirió a aquellos que estén involucrados a reorientar su vida; no obstante, reconoció que eso no es fácil, por lo que pidió mantenerse firmes en sus creencias y en la fe de Cristo a quienes son invitados a delinquir. Respecto a las limosnas que recibe la iglesia de parte de los católicos, manifestó que no se puede adivinar su procedencia y, aunque pudieran ser producto de un delito, también existe la posibilidad de que sean lícitas, así que se reciben en el entendido de que los fieles actúan apegados con rectitud a la doctrina católica. |