Insuficientes, seguros agrícolas en Puebla
Un estudio académico reveló que agricultores en Tlachichuca recibieron menos dinero del invertido tras una helada en 2011
El seguro otorgado a los campesinos afectados por siniestros agrícolas en Puebla es insuficiente e inoportuno, así lo plantea una investigación publicada en la revista semestral de El Colegio de San Luis, que cuenta con la certificación del Directorio de Revistas de Acceso Abierto (DOAJ), donde se analiza el caso del municipio de Tlachichuca, demarcación afectada por una helada ocurrida el 9 de septiembre de 2011. Los autores del artículo, Mónica Ramírez Huerta, José Pedro Juárez Sánchez, Benito Ramírez Valverde, Rodrigo Alonso Figueroa Sterquel, los tres primeros del Colegio de Postgraduados, campus Puebla, y el último de la Pontificia Universidad de Valparaíso en Chile, estudiaron el caso de esta zona, la cual destaca en la entidad por su volumen de producción y agricultores. Los académicos señalaron que sólo en el ciclo 2011, Tlachichuca se ubicó en el octavo lugar estatal por superficie sembrada, con 16 mil 654.68 hectáreas, de las cuales 11 mil 220 se destinaron al cultivo del maíz de temporal (sexto sitio en la producción de este grano, con 7 mil 524.38 toneladas). En el escrito publicado este año por la revista, perteneciente al Índice Europeo de Referencia para las Humanidades (European Reference Index for the Humanities), los especialistas señalan que como parte del Componente de Atención a Desastres Naturales (Cadena) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), se entregaron 70.75 dólares por hectárea de maíz siniestrada, por lo que cada uno de los labriegos afectados en 2011 recibió al menos 183.32 dólares, cuando la inversión promedio fue de 256.36. "La cantidad entregada por el programa fue insuficiente, ya que no cubrió siquiera los costos de producción", advierten los expertos, quienes entrevistaron a 76 productores de este lugar, de los cuales 56 recibieron el apoyo y el resto fue excluido. Además, el recurso no fue entregado a tiempo para resembrar: al 53.6 por ciento de los entrevistados les llegó en diciembre, al 32.1 por ciento en noviembre y a 8.9 por ciento en enero, febrero y marzo de 2012. En esos meses ya no era conveniente iniciar con algún otro cultivo. Ante esta situación y los problemas de marginación, los beneficiados usaron el dinero en otros aspectos. El 78.6 por ciento lo utilizó para comprar alimentos, 14.3 por ciento para pagar sus deudas, comprar insumos y alimentos, y el 7.1 por ciento lo destinó a otros rubros. Por lo anterior, los autores comentan que existe un riesgo al no generar una política adecuada para este tipo de casos, pues se orilla a la migración de los productores y un posterior incremento en los porcentajes de importación de alimentos. |