Los mexicanos encontramos un motivo para festejar en todos los acontecimientos, hasta en la muerte
De acuerdo con las creencias de nuestros antepasados, el Día de Muertos crea una unión mística capaz de cruzar el umbral entre la vida y la muerte, por ello, se cree que las almas de los niños regresan el día 1 de noviembre; mientras que las almas de los adultos, el 2 de noviembre. Para el investigador de la cultura Mixteca, Neftalí González Huerta, el Día de Muertos encierra un símbolo importante en la vida del hombre, una tradición que nuestros antepasados han celebrado con gran misticismo porque conciben la muerte como el inicio de otra vida, como la llegada a un lugar encantado, afirmó. "El mixteco siente que sus difuntos están en contacto, que nos unimos a ellos; los recordamos, convivimos, tomamos, comemos y festejamos. Ésa es la gran importancia de Todos Santos", dijo González Huerta. Mencionó que dentro de las tradiciones relativas al Día de Muertos no se pueden olvidar las calaveras literarias, composiciones en verso que surgieron a finales del siglo XIX; la Catrina, una calavera vestida de mujer, con vestimenta elegante, a quien su creador, el caricaturista José Guadalupe Posadas, dio el nombre de Calavera Garbancera. |