Lunes 26 Marzo 2018

Con el fin de evitar confrontaciones con los pueblos indígenas, la petrolera TransCanadá dio a conocer las medidas para no afectar el entorno a causa de su ducto, en un área de 10 metros de ancho, que es el Derecho de Vía.

Señalaron que antes de cualquier acción efectúan estudios destinados a conocer una base preliminar de mezclas de semillas y otras técnicas para reforestar, el uso actual de la tierra, así como la cultura de las comunidades aledañas, lo que es un programa integral de administración ambiental.

El programa contempla monitoreo posterior a la construcción, determinar qué tan efectiva fue la mitigación y ayudar a identificar si se requiere más trabajo a futuro. Además, se monitorea el ducto durante toda su vida operativa, para asegurar que el corredor se mantenga estable y seguro.

El compromiso es que por un periodo mínimo de cinco años, especialistas visitarán los sitios alrededor de los ductos para evaluar la tierra y compararla con su estado previo a la construcción.

Por su parte, las autoridades tradicionales de las comunidades decidieron emprender denuncias públicas, protestas pacíficas y acciones legales contra quienes amenazan su territorio y la cultura de los pueblos, en este caso para visibilizar el conflicto relacionado con la construcción y puesta en operación del Gasoducto Tuxpan-Tula.