Tras citar a las partes involucradas sobre la toma de la Casa de la Cultura de Huauchinango para entablar un diálogo y llegar a un acuerdo, el lugar quedó en manos de la Secretaría de Gobernación (Segob), así lo dio a conocer de manera extraoficial el área de Comunicación Social del municipio. Señalaron que aún no se concretan las negociaciones en las que el alcalde Gabriel Alvarado y autoridades federales han pedido a la curía desalojar el edificio y esperar el dictamen que en breve será emitido. El domingo 24 de junio, el cura Gustavo Corona encabezó a un grupo de feligreses para invadir el inmueble, llevando como estandarte al santo patrono, así como santos e insignias para abrir de par en par las puertas, ingresar e instalar un altar y oficiar la Santa Misa dominical a la congregación católica allí presente. Desde ese día, la situación ha sido criticada por la población que exige respeto para las instituciones educativas y culturales, pues desde hace un siglo el lugar ha sido utilizado para tales fines. Habitantes detallan que previo a existir la Casa de Cultura fue la escuela secundaria "Benito Juárez", después la preparatoria del mismo nombre y desde hace tres décadas alberga el inmueble de cultura, la biblioteca "Sandalio Mejía Castelán", oficinas de Conaculta, una extensión educativa de la Corde, además de casi una docena de talleres de diversas disciplinas a la que acuden niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad. La biblioteca cuenta con un gran acervo que incluye miles de volúmenes al servicio de la comunidad, extensas colecciones de pinturas y objetos de gran valor artístico y económico. Las protestas por la actitud del párroco han llegado a las redes sociales, donde jóvenes y estudiantes han mostrado su disgusto contra la actitud del sacerdote. |