Prevén ejidatarios pérdidas millonarias por inseguridad

Debido a los problemas de inseguridad, habitantes del municipio de San José Acateno y la región cercana, específicamente quienes habitan en la comunidad de Insurgentes, reportan una caída en la economía de esta comunidad, misma que se encuentra conformada por los municipios de Papantla, Acateno y Hueytamalco, estos dos últimos, pertenecientes al estado de Puebla y que dependen directamente de la citricultura para poder subsistir.

Esta comunidad, en su mayoría dota de trabajo a más de 400 jornaleros por día, además de ser esta la mayor zona productiva de limón persa, producto que es exportando a Estados Unidos y varios países de Asia.

Productores, jornaleros, trabajadores y familias, han detenido toda actividad, por temor a algún tipo de agresión, como secuestros o robos, lo cual ha originando que comiencen a darse pérdidas en sus cosechas.

Por tanto, advierten que la pérdidas serán millonarias y catastróficas, puesto que a raíz de la falta de dotación de seguridad, ninguno de los trabajadores, reanudarán actividades; en cambio, se mantendrán en vigilancia para evitar que grupos delictivos vuelvan a ingresar a sus comunidades.

Los habitantes de esta comunidad dieron a conocer que las familias que habitan ahí son ejidatarios, dedicados a la producción y cultivo de cítricos, como es el caso del limón persa, que resulta ser uno de los productos, de los cuales depende la economía de los municipios de la zona, tal es el caso de Acateno, cuya economía depende hasta en un 60 por ciento del trabajo y desarrollo de esta comunidad.

En el lugar se producen hasta más de mil toneladas diarias de este cítrico, generando casi el mismo número de jornales diarios, que proceden de varios municipios, del lado de Puebla en particular desde Tenampulco, Hueytamalco, Ayotoxco de Guerrero y Acateno, mientras que por el lado de Veracruz vienen de Papantla, Tlapacoyan y Martínez de la Torre.

Los jornaleros se mantienen sin empleo, al verse detenida esta actividad productiva y comercial por la inseguridad. Dicha pérdidas, podrían ascender hasta en un 90 por ciento, no sólo para la gente de estas comunidades, sino para todos los niveles, pues al no haber cosechas, las empresas exportadoras pierden a sus clientes y eso deja parada la actividad comercial que se registra en torno al trabajo del campo.