Cumplen con Procesión de las Tres Caídas en Atlixco

Los engrillados, como se le llama a quien lleva amarrados al cuerpo grilletes o cadenas, mantienen una tradición con mucho arraigo

Año tras año desde la época colonial, una vez consolidada la religión católica en Huaquechula, se celebra la Semana Santa con mucho fervor e imbuidos de sincretismo religioso; cumpliendo con los preceptos que la iglesia propone. El Viernes Santo se lleva a cabo la procesión a la que se le conoce en comunidades de tradición católica como La Procesión de las Tres Caídas.

Históricamente, Huaquechula se ha dividido en dos barrios con una línea imaginaria, espacios que los habitantes conocen como "el barrio de arriba" y "el barrio de abajo". Los moradores de cada uno de estos barrios, por tradición, se reúnen en su propia iglesia y cada una cuenta con su propia imagen de Jesús.

Si se pertenece al "barrio de abajo" se acompaña en la procesión a la imagen de Padre Jesús, que se encuentra en el Convento Franciscano, como localmente se conoce al monasterio que data del siglo XVI y en el que aún se pueden apreciar las capillas de oración, dentro del conjunto conventual, así como pinturas al fresco que hacen alusión a la tradición católica de los penitentes.

Sin embargo, si se pertenece al "barrio de arriba", se acompaña a la imagen que sale de la parroquia de San Martín Obispo de Tours, las cuales se juntan para hacer el recorrido por la principales calles del pueblo, contando cada una de ellas con su grupo de engrillados.

Los engrillados, como se le llama a quien lleva amarrados al cuerpo grilletes o cadenas, mantienen una tradición con mucho arraigo en el municipio, y es el Viernes Santo cuando hombres de diferentes edades salen encabezando la procesión para hacer penitencia por las calles de Huaquechula, vestidos con un "cendal", camiseta blanca, un velo para cubrir su rostro y en las manos una charola donde reciben limosna que posteriormente ofrecen a la iglesia, como parte de su sacrificio. Regularmente, llevan arrastrando cadenas que llegan a pesar hasta cien kilogramos ayudados de sus pies y apoyados con sus manos, sin ningún tipo de calzado, y clavados sobre sus piernas manojos de espinas.

La procesión inicia alrededor de las 10 horas y concluye a las 15 horas. A decir de algunos habitantes de la comunidad, antiguamente los engrillados iniciaban su compromiso desde los días de carnaval, cuando la comunidad se organizaba para que habitantes disfrazados recorrieran las calles del pueblo haciendo algún tipo de gracias; incluso apoyaban en las iglesias con las labores de la celebración de la Semana Mayor.

Familias izucarenses realizan las siete visitas a los templos

A lo largo del año hay fechas especiales llenas de tradiciones. Un ejemplo de ello es la celebración de la Semana Santa. La visita a las siete Iglesias recuerda el peregrinar de Jesús después de haber sido aprehendido en el huerto de Getsemaní, lugar adonde se dirigió después de la Última Cena.

Esta tradición la continúan muchas familias en el municipio, como la de la profesora Alicia Tejeda Ramírez. Mencionó que las visitas comienzan en la iglesia que está más cerca de su hogar, en su caso es la del Señor del Calvario. Cada una de las visitas tiene como objetivo pedir bendiciones por las personas que más se quiere.

Tejeda Ramírez añadió que la religión fue una enseñanza de sus padres y que a pesar de que sus hijos están de vacaciones, la Semana Mayor significa días de guardar y para dedicarle su servicio al Señor.

Otra vecina, doña Josefa, señaló que aquellas personas que se dedican a divertirse y se olvidan de Dios hacen mal, pues "Dios está siempre con nosotros y debemos de darle estos días al Señor".

En la parroquia de Santiago Apóstol, la familia Lucero Nava exhortó a todas las personas a que no se olviden del Señor, recordando que en estas fechas ocurren muchos accidentes por las imprudencias que pueden cometer aquellos que usan estos días para el esparcimiento, por lo que pidió estar atentos y dedicar estos días al Señor.

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