Anabel, una mujer perdida en su mundo y olvidada

Anabel, una mujer de casi 50 años de edad, vive abandonada por su familia y por la misma sociedad; su casa es su prisión, donde pasa hambre

Anabel, una mujer perdida en su mundo y olvidada
Violeta SÁNCHEZ | En administraciones anteriores, el DIF municipal se hacía cargo de los tratamientos y el alimento de Anabel. Anabel, una mujer perdida en su mundo y olvidada

Anabel, una mujer de casi 50 años de edad, vive abandonada por su familia y por la misma sociedad; su casa es su prisión, donde pasa hambre, sed y vejaciones.

Sin muebles, sucia y muchas veces sin comer, su casa carece de los barrotes de seguridad que había, algunos suponen los ha quitado ella; sin embargo, las personas presumen que fueron retirados por sujetos que han intentado robar la vivienda.

Nacida en una buena cuna, Anabel creció como una joven fuerte y dinámica, comentan los vecinos; sin embargo, esto poco le sirve si le falta el amor y el apoyo de sus seres queridos.

Nadie sabe cómo sucedió, sólo que al pasar el tiempo se volvió distraída y ausente, y poco a poco agresiva, debido a una enferma mental. Encerrada en su mundo, ve pasar los días y las noches sin siquiera pensar en su futuro. Los vecinos tampoco se preocupan por ella.

Pocas son las veces en que algunas personas se acomiden por humanidad a ofrecerle alimentos, apenas los necesarios para sobrevivir.

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María Luisa, una de las vecinas, platicó que en ocasiones Anabel se enferma y sólo se dan cuenta porque se la ven tranquila y sin ganas de gritar. Señaló que quincuagenaria no cuenta con luz ni agua para que se quite la sed: "está maloliente y con el cabello desaliñado".

Cuenta que tuvo atención por parte del DIF municipal en los primeros años de la administración anterior; sin embargo, desde hace un año y medio desde ya no recibe ningún cuidado.

La vecina mencionó que ya han encontrado a diferentes sujetos que han intentado infiltrarse a la vivienda, por lo que llaman a la policía, pero éstos los dejan en libertad al poco tiempo.

Dijo que el temor de todos los lugareños es que alguien pueda hacerle daño a Anabel, o peor aún, pueda fallecer en el interior de su vivienda sin que ellos se den cuenta.

Anabel padece una enfermedad mental desde joven. Cuanta con una tía como su único pariente, a quien los vecinos señalan como la responsable de que su enfermedad sufra retrocesos.

Tiempo atrás, los vecinos quienes informaron que en una casa ubicada en la colonia Cruz Verde del municipio de Izúcar, se encontraba una mujer de entre 35 años y 40 años de edad, se encontraba en mal estado físico, como en su entorno. En ese entonces el DIF municipal, encabezado por Oliva González Sande, acudió al domicilio señalado y encontraron a Anabel viviendo en medio de un basurero.

La dependencia se hizo cargo de Anabel; incluso la enviaban a recibir tratamientos en la ciudad de Puebla para su recuperación; en su vivienda se realizaron varios cambios para dignificarlo.

Piden mucho respeto

A las afueras de su hogar, colocaron recomendaciones, las cuales, se pueden leer en unas lonas donde se informa a los colonos sobre cómo debe ser tratada Anabel para continuar con su recuperación, sobre todo, que debía ser con mucho respeto, remarcando que ella estaba a resguardo del Sistema DIF municipal y quienes se hicieron responsables de su alimentación diaria, a través de una persona que se encargaba de ese trabajo; asimismo, exhortaron a los colonos para que no le ofrecieran refresco de cola el cual es muy dañino para su salud.

Cuando se hizo el cambio de la administración, quien entró como titular de la dependencia fue Carmen Lezama Cordero, quien continúo apoyándola, pero dos años después, la abandonaron, por lo que Anabel sufrió una recaída.

Dolores González, quien también es una de las vecinas que vive a una calle de la casa de Anabel, desconoce si la presidenta actual del DIF continuará brindándole apoyo, ya que, hasta el momento, aunque se le ha informado, aún no llega nadie a supervisar el estado en que vive.

Los colonos rumoran que la pariente de Anabel le quiere quitar su casa y la está enfermando con este fin.