Conmemoran el 89 aniversario de hidroeléctrica en Zacatlán

La construcción de la hidroeléctrica que dio vida a lo que se conoce hoy como “Salto de Quetzalapa”

Conmemoran el 89 aniversario de hidroeléctrica en Zacatlán
Mario REYNA | La conmemoración incluyó una ofrenda en memoria de Nemorio Rivera, quien impulsó la obra en 1930. Conmemoran el 89 aniversario de hidroeléctrica en Zacatlán

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La construcción de la hidroeléctrica que dio vida a lo que se conoce hoy como "Salto de Quetzalapa" y que, en su momento, fue una de las primeras obras de esta naturaleza en territorio poblano, cumplió ayer su 89 aniversario.

Para los socios de la cooperativa que actualmente ostenta la propiedad de este atractivo turístico, las famosas cascadas de Quetzalapa y las instalaciones donde se desarrollan diversas actividades de esparcimiento están ubicadas en Chignahuapan, aunque en realidad pertenecen a Zacatlán.

La estructura se terminó de construir en 1930, con el impulso que dio Nemorio Rivera Salinas junto con otros chignahuapenses, quienes se dieron la oportunidad de construir este ambicioso proyecto que, en ese entonces, se llamaría Luz y Fuerza Motriz de Chignahuapan.

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El proyecto era hacer una presa que cerraría los valles de Chignahuapan y de Ayotlán. La compañía se fundó con el derecho, que le dio una concesión para construir esta presa. Hubo problemas técnicos y un intercambio de negociaciones para satisfacer los intereses de los involucrados.

Desde mayo de 1930, a través de la cooperativa de Luz de Chignahuapan, empezaron a aprovechar las corrientes y caída de agua para que, junto con las turbinas instaladas en este lugar, se generara energía eléctrica para este municipio. Todavía hay vestigios de estas máquinas; sin embargo, fue hasta la llegada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuando se mantuvo operable, porque esa compañía resultó una fuerte competencia. Esta planta dejó de funcionar porque dejaron de ser costeables los gastos de operación.

Hoy, el recinto es un centro ecoturístico que aprovecha el río de los Miradores de los imponentes accidentes geográficos que exaltan la belleza de esta caída de agua, presumida con más de 200 metros.

La celebración del 89 aniversario incluyó la colocación de una ofrenda simbólica al monumento en memoria de Nemorio Rivera, así como una convivencia.