Danza de voladores de Huehuetla estrena eje sagrado
El proceso ceremonial empieza cuando se busca el árbol adecuado que será empleado durante la festividad de cada pueblo
Cientos de habitantes del municipio de Huehuetla se reunieron con el objetivo de trasladar el que será el nuevo palo para "la danza de los voladores", el cual estaba situado en una zona boscosa. Desde hace décadas, por medio de un ritual indígena el palo sagrado es elegido y cortado para ser llevado hasta el lugar de su instalación. Una vez que el grupo de habitantes realizaron los trazos necesarios para poder bajarlo, se comenzó con el traslado de varios kilómetros a pie hasta donde sería colocado. Desde muy temprano, una larga caravana de hombres de la región se dio cita para llevar el palo. El proceso ceremonial empieza cuando se busca el árbol adecuado que será empleado durante la festividad de cada pueblo; se realiza un ritual para pedir permiso a la Madre Tierra y sólo después de ese ritual se puede cortar el árbol. Lee: Despiden a 5 mandos de Seguridad Pública en TehuacánLlevar el árbol hasta la comunidad es toda una hazaña que sólo puede concretarse con un trabajo colectivo entre los pobladores de la zona. Durante todo el trayecto el caporal de la danza, acompañado del sonido de la flauta y el tambor, hace el traslado del árbol. Cuando llega a la comunidad, la población espera con alimentos a los "faeneros". Si llegan de noche, tienen que esperar al día siguiente para colocar el palo. El día de la colocación se realiza otro ritual por los danzantes e instalan una ofrenda al pie del palo. La ofrenda contiene todos los ingredientes para preparar un mole de guajolote. Al momento de ejecutar la danza, se bailan diferentes sones al pie del palo sagrado. Los danzantes suben a lo alto, en donde el caporal ejecuta los sones respectivos antes de realizar el vuelo. Uno de los sones más importantes es cuando el caporal ejecuta un baile con zapateados intensos al mismo tiempo que toca la flauta y el tambor. El caporal, en posición de reverencia se dirige hacia los cuatro puntos cardinales, sosteniendo en una mano su corona y en la otra su cruzado se yergue hacia atrás con los brazos abiertos y la mirada hacia el universo. Después, el caporal toma asiento en el centro y los danzantes preparan el vuelo, donde cada uno de los cuatro integrantes gira 13 veces para completar un ciclo del fuego nuevo. |