Arman conflicto en asamblea del Sosapamim

El gobierno municipal de Izúcar de Matamoros provocó una pelea entre los ciudadanos, pues no pudo solucionar el problema

Arman conflicto en asamblea del Sosapamim
Violeta SÁNCHEZ | Los pobladores se molestaron y comenzaron zafarrancho Arman conflicto en asamblea del Sosapamim

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El gobierno municipal de Izúcar de Matamoros provocó una pelea entre los ciudadanos, pues no pudo solucionar el problema de los trabajadores del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Izúcar de Matamoros (Sosapamim); además las autoridades se negaron a entablar diálogo con los quejosos.

Los habitantes comentaron que resultó contraproducente la idea que tuvo la síndico municipal de realizar una asamblea a nombre del presidente Benjamín Hernández.

Las autoridades intentaron acercarse a los pobladores ya que se encuentran apoyando a los más de 80 trabajadores del Sosapamim, y convocaron a una asamblea que se celebraría el miércoles a las 4:30 horas; sin embargo, la noche anterior las autoridades auxiliares fueron llamadas para reunirse en carácter urgente.

A decir de uno de los inspectores, quien pidió el anonimato, les ofrecieron 100 mil pesos para que negaran todo apoyo a los trabajadores y llevaran gente a la asamblea, y 150 mil pesos para aquellos que pasaran al estrado a despotricar contra la manifestación, pues al evento llegaría el contralor a supervisar los acuerdos.

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A la hora de la asamblea se observaron varios vehículos de los cuales bajaron ciudadanos de comunidades como Calantla, quienes no son usuarios de Sosapamim, pues tienen sus propios pozos.

Una vez en la reunión, los trabajadores escucharon todo lo que los regidores y la síndico dieron a conocer.

Algunos de los ciudadanos presentes se levantaron para exigir que dejaran hablar a los afectados y así pudieran escuchar las dos versiones, pero no ocurrió.

Los pobladores se molestaron y comenzaron zafarrancho; la situación se tornó tensa cuando el grupo de seguridad ciudadana comenzó a empujar a la gente para que no se acercaran al presidente, quien sólo hizo acto de presencia en el lugar, sin dar ningún discurso.

Una de las inspectoras qué habló fue Silvia Escamilla, quien defendió el actuar de las autoridades municipales.