En ritual, voladores de Cuetzalan piden protección

Cientos de pobladores se congregaron en la plaza principal para ofrecer un ritual al cambio de madero de los voladores

Pobladores del municipio de Cuetzalan se dieron cita en el primer cuadro del municipio para levantar el palo de voladores, una tradición desde hace décadas en este municipio, donde año con año se cambia de madero en el marco de la Feria del Café y el Huipil. Los llamados hombres pájaros harán su tradicional ritual.

La mañana de ayer lunes comenzó el ritual de la danza de los voladores, con el ofrecimiento a los dioses del inframundo de un banquete. El platillo principal fue mole de guajolote, el cual estaba preparado con una ave de casi unos 7 kilos, que estaba junto con los ingredientes para iniciar horas más tardes con el ritual, siendo la puesta del palo, una de las tradiciones más importantes y destacadas de esta festividad.


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Y es que históricamente, los vecinos de Cuetzalan buscan el árbol más alto del bosque, que debe de tener al menos 33 metros de altura, el cual es el vínculo entre el mundo terrenal y el de los dioses.

La semana pasada un grupo de casi 100 pobladores se dio a la tarea de buscar el tronco sobre la carretera federal Zacapoaxtla-Cuetzalan, en el tramo de la cumbre a Equimita. Tras cortarlo, lo lijaron y lo dejaron apto para la tradicional danza, donde el Comité de Voladores del municipio y sus danzantes, así como la ciudadanía de las ocho juntas auxiliares del municipio, le rinden los tradicionales tributos con la ceremonia del perdón por cortarlo. Esta ceremonia sirve como pauta para los preparativos de la fiesta patronal a celebrarse el próximo 4 de octubre, en honor a San Francisco de Asís, santo patrono de este Pueblo Mágico

En abril pasado, cuando se anunció que los voladores no podrían alzar sus alas porque el palo era inseguro, por lo que, en Semana y el periodo vacacional de verano no se llevó a cabo la representación de este icónico ritual del que, apenas un mes antes, había logrado la hazaña de haber sido homenajeados durante el 74 aniversario de un festival celebrado por la Unesco en Italia.

A cuatro meses de esa decisión, el madero ya fue colocado y se espera que en las próximas semanas los Caballeros Águila de este municipio desplieguen sus alas y vuelvan a representar esta conexión del cielo y la tierra.

Colocación del árbol sagrado para la danza de los voladores en el centro ceremonial de la parroquia de San Francisco de Asís.

Una de las primeras ofrendas fue un guajolote de 7 kilos.

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