La panga de Valsequillo, sustento de comunidades

Funciona desde la década de los 70 y representa un ahorro de tiempo y dinero para sus usuarios

Don Francisco, un adulto mayor, atraviesa todos los días el lago de Valsequillo, formado por la presa Manuel Ávila Camacho —construida en 1946—, desde el mediodía y hasta el atardecer en la panga, para vender sus dulces a los pasajeros que se trasladan en este medio de transporte, habilitado hace 45 años.

La panga funciona diariamente desde las 5:30 hasta las 22:30 horas. Traslada un promedio de 350 unidades vehiculares, entre autos pequeños y medianos, por una tarifa de 15 pesos, y el pasaje es gratis para las personas que van a pie o en bicicleta. Comunica A las comunidades de San Baltazar Tetela, San Miguel Atlapulco, San Agustín Ahuehuetla, La Libertad Tecola, Huehuetlán, Xacxamayo, Los Ángeles Tecola y El Aguacate.

Gerardo, de ocupación vendedor, acompañado de su mascota, refiere que esta opción para atravesar los casi 200 metros del manto acuífero reduce considerablemente los tiempos de traslado, comparando los 5 minutos (entre espera, abordaje, cruce y desembarco) que hace la panga, contra la más de media hora que tomaría llegar de un punto al otro en auto.

Los recursos obtenidos de este transporte son destinados a las comunidades de Los Ángeles Tetela, Buenavista Tetela y San Baltazar Tetela, para gastos como los festejos patronales, escuelas de las localidades o mejoras de los espacios colectivos, relata Ernesto Jiménez Maravilla, integrante del Comité Administrador de la Panga.

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Construida con metal y certificada por autoridades náuticas, la panga representa un ahorro para la economía de sus usuarios, en su mayoría estudiantes, ya que cuando éste no funciona deben pagar el servicio colectivo de transporte entre sus comunidades —10 pesos de ida y 10 pesos de regreso—. Además, representa un trayecto que va de una hora a hora y media.

Sus seis operadores —tres en el turno matutino y tres en el vespertino— cuentan con licencia de marino mercante y son los encargados del manejo de “Mónica”, nombre con que se bautizó a la plataforma, la cual cuenta con un área para que sus usuarios se resguarden de las inclemencias del tiempo.


Las condiciones físicas y mecánicas de la panga están verificadas por parte del personal de la Unidad de Capitanía de Puertos y Asuntos Marítimos y por la Dirección General de Marina Mercante, además de la empresa especializada en este tipo de embarcaciones, refiere Jiménez Maravilla.

Ante el anuncio realizado por el gobernador Miguel Barbosa Huerta sobre la construcción de un puente vehicular en el punto donde actualmente atraca la panga, algunos usuarios se pronunciaron a favor, si esto significará una mayor agilidad en el traslado. Otros prefieren este medio de transporte; y en el caso del comité administrador, plantearon ante las autoridades mantener el cobro por cruce en esta zona, para conservar la recaudación que reciben sus comunidades, informó Ernesto Jiménez.

La habilitación del puente, agrega, significaría eliminar el filtro natural que evita el paso de autos o personas sospechosas entre las localidades de la región.

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