Estamos en casa con hambre: pobladores de la Sierra Negra

Pobladores piden apoyos por parte del gobierno federal para la pandemia del Covid.

Los municipios enclavados en la Sierra Negra de Puebla, desde antes de la pandemia, son azotados por la pobreza y la inseguridad; más del 90% de la población vive en pobreza y el 50% en pobreza extrema; por ello, en esta región existen municipios en donde el hambre se agrava y el llamado a las autoridades de los desesperados pobladores no se hace esperar.

Tal es el caso de doña Martina Prudencia Laurel Hernández, de San Pablo Zoquitlán, quien se lamenta por la pandemia que está pasando en México, que les impide ya salir por el temor al contagio y se quedan en casa sin poder trabajar para llevar el alimento a su familia; por el temor al hambre esta jefa de familia pide al gobierno federal, estatal y municipal el apoyo con despensas para poder comer.

En Telpatlán, del municipio de Vicente Guerrero, Rosa Felicitas Calihua Ginés, campesina humilde, dice angustiada al presidente de la República: “Estamos en casa con hambre, necesitamos un programa alimentario, señor presidente, para los pobres de la Sierra”. El joven Yurani Calihua Téllez, de la misma comunidad, denuncia y reclama al primer mandatario: “Los pobres de la Sierra no tenemos qué comer, hace falta un apoyo de un programa de alimentos, señor presidente, recuerde que los pobres primero”. Urge la atención de las autoridades.

Desde el pasado 30 de marzo, cuando el Consejo General del Gobierno Federal de México, publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo por el que se declara como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad por el COVID-19, y se ordenara, la suspensión inmediata de actividades no esenciales, la prohibición de reuniones o congregaciones de más de 50 personas, y el resguardo domiciliario; no pueden salir de casa, no pueden trabajar y eso agudiza la pobreza en la región.

Esta situación, por la que disminuyó drásticamente la circulación de bienes de consumo, bienes de capital y personas, ha impactado el empleo a tal grado que ya para inicios de abril, según estimaciones oficiales, se contaban 346 mil 878 empleos perdidos.

Estimaciones conservadoras de analistas sostienen que caerán en la pobreza cerca de 10 millones de mexicanos, que se sumarán a los millones que ya están desde hace rato por debajo del nivel mínimo de bienestar; por lo que es urgente que el gobierno federal y estatal escuche y resuelva las peticiones de los campesinos humildes de la Sierra Negra.

 

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