Denuncian malos olores por residuos peligrosos en Cuautinchán
Vecinos de 5 colonias indicaron que los malos olores han empezado a causar enfermedades en la población, así como la muerte de algunos animales.
Ante el malestar de pobladores por malos olores que han generado los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI) en la localidad de Cuautinchán, Puebla, la empresa Servicios Profesionales Ecológicos (Spesa) dijo que en menos de seis semanas se realizará el traslado de los desechos a la CdMx, ya que hubo acumulación como resultado del Covid_19. Esto después de que un grupo de ciudadanos de más de cinco colonias aledañas a la zona de almacenamiento denunciaron fuertes olores, que según ellos han generado enfermedades. Ante tal situación, en un recorrido de El Popular, diario imparcial de Puebla, el representante de Spesa, Guillermo Lozano, aseguró que no son una empresa irregular, que no es un tiradero clandestino y que no se hace un mal manejo de los RPBI, como se ha difundido. Dijo que parte de los residuos hospitalarios que se generan en Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Puebla se tratan en Toluca, Estado de México. “No hay una planta incineradora cerca, ni siquiera en el Sureste.” En tanto, antes de la pandemia ya contaban con problemas de almacenamiento: “aceptamos que tenemos una acumulación”. Explicó que, a partir del coronavirus, el volumen de los residuos en Puebla, México y el mundo se disparó, y detalló que no son residuos extremadamente peligrosos, o que al estar almacenados se pueda contagiar del virus. También lee:Desarticulan banda dedicada al robo de casa-habitaciónLozano dijo que las batas, guantes, cubrebocas y demás equipo médico, generan mucho volumen. Informó que Profepa clausuró tres semanas la empresa, mientras se analizaban las medidas de higiene y seguridad, así como permisos que tenía la empresa. Tras las investigaciones y luego de mostrar Spesa toda la documentación en regla, Profepa aceptó un acuerdo donde da a la empresa seis semanas para que todo el desecho sea enviado a la CdMx. Pese a ello, los habitantes insisten en los malos olores y en que el material se encontraba al aire libre; sin embargo, el representante mostró que se encuentran resguardados en una bodega.
Un habitante de la zona, el señor José Luis, asegura que contaba con un criadero de gallos, pero a raíz del incremento de los residuos y olor, señala que se fueron muriendo sus aves. |