Por una aparente negligencia médica murió un bebé durante las labores de parto el pasado miércoles. Esta es la tercera muerte en menos de dos meses, a pesar de las dos recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, 2016 y 2018) y otras dos por la Comisión de Derechos Humanos en el estado de Puebla, ambas en este año.

De acuerdo al testimonio brindado por personas cercanas a la familia, poco después de las 22 horas del pasado miércoles, la mujer indígena empezó a sentir molestias que le hicieron pensar que era necesario ir al hospital.

En el nosocomio, el personal médico le indicó que todavía no era momento de las labores de parto y la regresaron a su casa.

Durante la consulta, la enfermera la regañó por no haber visitado primero a su médico en la clínica que le correspondía; sin embargo, la mujer le comentó que en la clínica que le correspondía no tenía personal.

La pareja de la víctima dijo que en la revisión médica todo iba bien, sólo le dieron una orden para que se hiciera algunos estudios, mismos que no se pudieron concretar porque no tienen servicio de laboratorio, y una nueva cita para el medio día.

No quisieron esperar hasta el mediodía y prefirieron consultar al médico particular que atiende a la familia, ubicado en el centro histórico de este Pueblo Mágico.

El doctor, tras revisar a la mujer, le dijo que debía acudir de inmediato al Hospital General; mientras llamó al nosocomio para que brindaran atención a la mujer en carácter de urgencia. Cuando arribó al hospital, ya estaban esperándola y la internaron.

Poco después de ser revisada, le informaron a la familia de la mujer que el bebé, bautizado como Heredia, había fallecido y que la paciente estaba delicada. Además, como el hospital no podía proveer los medicamentos, la familia tuvo que adquirirlos por su cuenta.

La familia acusa el actuar del hospital, porque no atendieron a la mujer como se debía, empezando porque ellos se habían presentado un día antes a las instalaciones, lo que habría podido facilitar la detección de cualquier riesgo para el parto. Añadieron que durante el proceso recibieron malos tratos por parte del personal del hospital.