El proyecto minero de tajo a cielo abierto, impulsado por Minera Gorrión en Ixtacamaxtitlán, ocasionará la reconfiguración total del territorio; además de daños irreversibles al medio ambiente y a la vida comunitaria", denunciaron la comunidades de Ixtacamaxtitlán, Puebla - organizadas en la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua- y comunidades habitantes de la cuenca del rio Apulco, así como organizaciones defensoras, a propósito de la campaña mediática impulsada por la empresa la semana pasada.

La tarde de este domingo, habitantes del municipio entregaron un documento de dos páginas en el que resumen su postura que incluye el antecedente de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deberá emitir el resolutivo sobre el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (PEIA) del Proyecto de explotación y beneficio de minerales Ixtaca.

Según este documento, en la reunión pública realizada el 25 de junio del año pasado, comunidades, académicos y defensores de derechos humanos manifestaron, a través de 17 ponencias, la inviabilidad del proyecto por las graves e irreversibles consecuencias ambientales que tendría.

El tipo de minería, conocida como de tajo a cielo abierto, a aproximadamente mil metros de diámetro, ocasionaría la reconfiguración total del territorio con daños irreversibles al medio ambiente y a la vida comunitaria.

“La propia minera reconoce que los impactos del proyecto serían irreversibles y que hay un riesgo para los factores que componen el ecosistema (…) por lo que no podemos aceptar medidas de mitigación que comprometen el futuro de nuestros pueblos".

Argumentaron que el proyecto minero no sustenta la viabilidad de la operación con el uso exclusivo de agua fluvial, ni expone los impactos que conlleva la intervención en los escurrimientos de agua, pues recolectar el agua que proviene de la parte superior de la cuenca supone que la empresa intervenga en la regulación de los flujos hidrológicos, impactando en la cuenca del río Tecolutla y, por lo tanto, la cuenca hidrológica prioritaria Tuxpan-Nautla.

Añadieron que la manifestación de impacto ambiental de la minera no reconoce la incompatibilidad de la minería metálica a cielo abierto con las políticas de restauración, preservación y aprovechamiento sustentable de las Unidades Biofísicas Ambientales del Programa de Ordenamiento Ecológico General del Territorio.

Acusaron que la Minera Gorrión "minusvalora la agro-biodiversidad de la región y niega el papel y el aporte de los pueblos indígenas y campesinos a la alimentación y el cuidado de la madre tierra, invisibilizando así el impacto de la industria extractiva en la vida campesina".