El atraso de pagos a financieras por parte de concesionarios del transporte público, a consecuencia de la crisis económica por Covid-19, ha ocasionado que estas empresas inicien el retiro de unidades. Hasta el momento se han registrado 9 casos, indicó el representante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en la región, Fermín García Merino.

Explicó que la situación por la que pasa el sector transportista es complicada, debido a que se encuentran librando deudas fuertes con las financieras en donde adquirieron unidades a crédito, por lo que al no poderlas solventar se las están confiscando.

Detalló que de manera mensual, por cada taxi, se tienen que pagar abonos de 6 mil a 7 mil pesos, mientras que en cuestión de colectivas la erogación es de hasta 12 mil pesos, dependiendo el costo de la unidad y el tiempo del plazo a crédito.

García Merino mencionó que la mayoría de transportistas registran retrasos en los pagos, pero pese a que se ha tratado de dialogar con las financieras estas se han mostrado poco flexibles, por lo que a través de sufragar intereses se está evitando que se recojan más vehículos.

Durante los meses de la pandemia, los ingresos de este sector disminuyeron hasta 80 por ciento, lo que ocasionó los endeudamientos, pues lo poco que se lograba recaudar era a penas para adquirir el combustible, dijo el representante de la CTM.

Los ingresos apenas empiezan a regularizarse, por lo que los conductores pueden entregarle a los dueños de las unidades cuentas que van de los 170 a 180 pesos diarios.