Artesana de Yancuitlalpan se convierte en tesoro humano vivo honorífico

Bordar es un arte que ella conoció gracias a su madre, pues era y es una de las actividades extras que realizan las mujeres de esta comunidad.

Reynalda es una artesana de Yancuitlalpan, quien trabaja día a día en recuperar la cultura que le heredó su mamá y resaltar el papel de las mujeres en la historia. Además, fue reconocida como tesoro humano vivo honorífico, por sus conocimientos ancestrales.

Bordar es un arte que ella conoció gracias a su madre, desde muy pequeña, pues era, y es, una de las actividades extras que realizan las mujeres de esta comunidad.

"Sé hacer el prisado y el chakira, aunque se está perdiendo porque ya no lo usan. Aunque saben la manera en cómo se realiza, ya no lo quieren utilizar y a mí me encanta bordar. Quiero rescatar de alguna manera esta bonita tradición de mi pueblo," señaló.

Esta habilidad se la inculcó a sus hijas, pues además de ser su pasión, también era la forma que tenía para sacar adelante a su familia, pero también para cumplir sus sueños y metas.

Con la vista cansada, pero con amor, ha elaborado diferentes figuritas en sus blusas como la china atlixquense, gallos, borreguitos, caballos y demás.

"Yo amo mi arte, mis costumbres, mis blusas bordadas. Mi hija quiere hacer un museo en donde se pueda admirar todo mi trabajo. Ojalá que se le cumpla, le voy a dejar mi herencia, de mi abuela, mi madre, además de que ni se avergüencen de donde vienen, al contrario que porten con orgullo estas tradiciones, nuestra identidad,” compartió.

Ella recibió la condecoración como tesoro humano vivo, ya que posee en sumo grado los conocimientos y técnicas necesarias para interpretar y recrear determinados elementos del patrimonio cultural inmaterial, en este caso de Yancuitlalpan.

A pesar de su cercanía con el municipio de Atlixco, La Magdalena ha conservado el uso de la lengua náhuatl, el uso de su ropa tradicional y la práctica de una serie de rituales propios de su cultura.


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