A pesar de la contingencia sanitaria por Covid-19, la mañana del miércoles varios habitantes llegaron a los panteones de Cuautlancingo y San Pedro Cholula; sin embargo, los lugares se encuentran cerrados, y los asistentes tuvieron que retornar a sus hogares con sus flores y otros utensilios que llevaban para arreglar y decorar las tumbas de sus difuntos.

Otros, como Huejotzingo y Juan C Bonilla permanecen abiertos, pero mantiene restricciones sanitarias para permitir el acceso.

La comuna de Cuautlancingo informó a través de mantas que estos recintos permanecerían cerrados del domingo 25 de octubre al martes 03 de noviembre, para evitar contagios de coronavirus en el municipio.

El Ayuntamiento pidió comprensión por parte de la comunidad para acatar este ordenamiento que tiene como objetivo cuidar la salud pública de los habitantes de la cabecera local y las juntas auxiliares.

En el caso de Huejotzingo, las autoridades invitaron a los asistentes que mantengan una sana distancia al interior del recinto, al cuan no se puede entrar si no se usa cubrebocas. Además, se alistaron dispositivos y revisiones por parte de Protección Civil.

El camposanto de Juan C Bonilla, por usos y costumbres, estará operando de forma habitual, por lo que quienes desean visitarlo pueden acudir a limpiar el lugar de descanso de sus seres queridos.

El gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta señaló que cada Ayuntamiento es libre de abrir su cementerio.

Algunas familias calificaron la medida de exagerada y se mostraron molestos por no poder visitar “a sus fieles difuntos”; otros aplaudieron la iniciativa de los municipios por proteger la salud pública y evitar la propagación de la enfermedad.

“Ya me regresaré con mis flores”, fue lo que comentó una mujer de San Pedro Cholula, quien contó que había decidido acudir ayer al panteón para evitar ir en un día donde existiera más gente.

Como ella, otros dos habitantes del Barrio de Jesús atestiguaron el cierre temporal del Panteón Municipal, que lleva reflejando la suspensión de visitas desde el mes de marzo, cuando los brotes de Covid-19 comenzaron a arrebatarle la vida a decenas de mexicanos.