Muchos se fueron a la quiebra y tuvieron que vender sus utensilios de trabajo. Otros, como pudieron, buscaron sobrevivir a la contingencia sanitaria del covid-19, reduciendo días y el número de productos que vendían.

Los de rajas, mole, salsa verde y jarochos, no serán vendidos de igual manera este 2 de febrero para celebrar La Candelaria.

Son los tradicionales tamaleros de la capital, que ante la crisis provocada por la pandemia, sus ventas se verán gravemente afectadas.

Aunque se mantienen como pueden vendiendo sus productos en la vía pública y esperando los pedidos para esta fecha, por segunda ocasión, la crisis económica a consecuencia de la contingencia sanitaria por covid-19, alcanzó a los vendedores de tamales.

A diferencia de otros años, en estas fechas y a tres días de que se festeje el Día de la Candelaria el próximo 2 de febrero, los pedidos de tamalizas no han llegado, lo cual es consecuencia de la contingencia sanitaria que se vive en la capital.

En entrevista, Eugenio Morales Barrera quien es la segunda generación que se dedica a la venta de este tradicional producto poblano, confirmó al Popular, Diario Imparcial de Puebla, que en los últimos días las ventas se han desplomado, lo cual es consecuencia de que la gente no tiene dinero para gastar y por las restricciones impuestas por las autoridades.

"Nosotros salimos a vender y no nos compran porque la gente sale y todo está cerrado, la celebración de La Candelaria prácticamente será cancelada, no tenemos ventas. Intentamos, pero solo esperamos que Dios nos socorra".

Incluso, aseveró que a tres días del 2 de febrero, no tiene ni un pedido para entregar tamales y festejar el Día de la Candelaria, situación que en años anteriores tenía frecuentemente antes de esta celebración católica.

En este sentido, destacó que la crisis no solo es por falta de pedidos, sino que no hay venta, en ocasiones, no logran la venta diaria como ocurría antes, es decir, si hacían 200 tamales antes de la crisis sanitaria, todos se vendían, mientras que ahora les va bien si venden 50 por los pedidos.

Morales Barrera quien vende en la zona del centro histórico, señaló que ahora las ventas serán solo de un 20 por ciento, lo cual es consecuencia de la pandemia y la enfermedad.

"La verdad no he tenido un solo pedido. En años anteriores era muy común que nuestros clientes apartarán nuestros alimentos, ahora no hay ni clientes ni solicitudes para su elaboración".

Por ello, confió en que pronto se recupere la economía, pues salen a trabajar arriesgándose a contagiarse de Covid-19, pero sin venta, no puede mantener a su familia.