"Lo queremos vivo", pidieron amigos, compañeros de causa y familiares del indígena activista Sergio Rivera Hernández, durante la manifestación que protagonizaron en la sede de la Comisión Estatal de búsqueda de personas desaparecidas, para exigir la presentación del defensor del territorio de la Sierra Negra, que se abran mesas de diálogo y una mayor oportunidad de comunicación con los pueblos indígenas poblanos.

Los inconformes se apersonaron en la sede de esa comisión, ubicada en la capital poblana mostrando algunas cartulinas que servía como forma de expresión de su solicitud: la presentación, con vida, de Rivera Hernández a dos años de su desaparición. Hubo tiempo para criticar la reciente actuación del juez Mario Ortiz Aldama y su controversial decisión de liberar a los señalados en la desaparición.

Así como lo han venido haciendo tras la desaparición del indígena de habla náhuatl, los compañeros de causa, amigos y familiares no quieren dejar que el caso se pierda en el olvido y esta vez se manifestaron en esta Comisión para pedir que la recientemente nombrada secretaria general de gobierno del Estado, Ana Lucía Gil Mayoral, establezca una mesa de diálogo, en la que involucren a las instancias necesarias, para la creación de una comisión que dialogue con los pueblos indígenas y laboren este tema.

Sergio Rivera Hernández es un defensor indígena de Pueblo Nahua y miembro del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), una organización nacional que trabaja desde 1996 por los derechos de los pueblos indígenas, sus tierras ancestrales y los derechos ambientales en distintas regiones de México.

El defensor ha protegido activamente los derechos de las comunidades indígenas que han estado expuestas a violaciones de derechos humanos como consecuencia de las construcciones del sistema hidroeléctrico Coyolapa-Atzatlán en la región de Sierra Negra ubicada en el estado de Puebla. Este proyecto consiste en dos represas y está liderado por la compañía mexicana Minera Autlán.