La familia Copantitla preserva el arte del Papel Picado para los altares de Huaquechula

A pesar de la hermosa tradición, son pocas las personas que adquieren tiras de papel para su altar.

El papel picado es una viva tradición para las ofrendas de Tochimilco, no solo se usa tela para vestir los altares, también papel picado de color blanco, adorandos como estrellas, ángeles y medias lunas.

La familia Copantitla, originaria de Tochimilco, han llevado de generación en generación esta bonita tradición, nos relata que en la ofrenda se encuentran los 4 elementos vitales de la vida: el fuego en las veladoras; la tierra en los frutos y el aserrín; el agua en un vaso y, por supuesto, el viento en el papel picado.

“En nuestra familia consideramos que el papel picado es muy diferente al que se maneja en Huaquechula, que por supuesto también se tiene el estilo, lo de nosotros es el papel picado, más natural, tiene un encanto muy especial”, explicó Don Manuel Copantitla

Colorido y lleno de huecos que crean figuras típicas, así es el papel picado. Una manifestación artística y cultural que cada día de muertos, está presente como ornamento de las tradicionales ofrendas de Día de Muertos.

Este ancestral arte, que vive de crear universos en papel, es tan antiguo como los altares mismos, y a lo largo del tiempo han sido manipulado por multitud de manos en diferentes épocas y diferentes regiones.

A pesar de la hermosa tradición, son muy pocas las personas quienes adquieren su producto para las ofrendas, pues cada tirita de papel picado que va colocada en el altar monumental, cuesta $50 pesos y aproximadamente son en total 50 a 100 tiras lo que lleva cada altar.

“Nos han llegado a regatear, de hecho, tenemos guardados varios, porque no lo compran, porque se les hace caro, solo lo adquieren quien de verdad está bien económicamente, mientras no, a veces ya mejor cada año, realizamos algunos, pero bajo pedido, porque si uno lo hace para vender, es casi seguro que no te lo compran y nada más se va a ir juntando”, señaló Cecilia.

El papel picado se caracteriza por tener figuras recortadas artesanalmente. Aunque no solo está presente en la ofrenda, también es común en ferias y celebraciones mexicanas, su uso en los altares les da mucho color y alegría.

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