Mexicanos aplauden a Neil Harbisson, el primer cyborg del mundo

¿A qué te suena México?, le preguntaron. Suena a rosa y morado, respondió en el Zócalo de la Ciudad de México.

Melodías a través de colores, tonos musicales de rostros humanos que conforman escenarios únicos otorgando una perspectiva de otro mundo, así de literal y real.

Esta es la vida de Neil Harbisson, el primer cyborg en el mundo que decidió crear un nuevo órgano de vida, como él lo define y que ante otros ojos es una antena implementada a su cerebro que le otorga la posibilidad de escuchar colores, definir nuevos y generar sentidos diferentes, algo irreal para el resto de las personas.

El discurso de Harbisson se centra en modificar a los humanos y no a la naturaleza, como hasta la fecha se ha realizado, negando caminos al ambiente a favor del ser humano cuando debería ser en contrasentido.

Aunque pareciera que voces como Harbisson resultan primordialmente criticadas por una sociedad acomodada, la realidad es que en México fue bien recibido hasta llegar a un grado de reconocimiento y admiración.

Así se lo plasmaron los mexicanos que presenciaron su ponencia "El Futuro de Nuestra Especie" en la Aldea Digital, evento que forma parte del Programa de Educación y Cultura Digital Telmex-Fundación Carlos Slim, cuyo objetivo es reducir la brecha digital en todo el país a través de conocimientos digitales.

El primer cyborg del mundo (unión de las palabras organismo y cibernética) afirma que su meta próxima es enlazar su antena con los colores extraterrestres, para lo que ya coordina este alcance con la NASA.

Lograr lo obtenido por Harbisson no fue un camino fácil, incluso para su país, Reino Unido, donde enfrentó problemas para reconocer su eyeborg como un órgano más de su cuerpo, y así lo defendió.

Al nacer con una condición llamada acromatopsia que le impedía apreciar los colores, Harbisson afirma que su eyeborg no es solo un dispositivo, sino un procesador de información que le permite identificar colores que no son visibles al ojo humano, de tal manera que, hoy, este artista puede asegurar que su color preferido es el infrarrojo ¿habrá alguien más?

Ante decenas de mexicanos que se dieron cita en el zócalo de la Ciudad de México, Neil relata el proceso que enfrentó para, cómo él lo señala, mejorar su calidad de vida y también sobre el actuar de las autoridades frente a la decisión de un ciudadano, hasta lograr lo inimaginable: su documentación oficial ya valida su eyeborg como extensión de su cuerpo.

Y aunque en ocasiones enfrenta dolores de antena, como él le llama, la realidad es que se acostumbró a su nuevo aditamento humano en cinco meses, lo que le permitió olvidar incluso que su cráneo haya sido perforado hasta en cuatro ocasiones.

Neil promueve no solo un nuevo estilo de vida, también la posibilidad de decisión. Así es como el activista británico radicado entre Nueva York y España ha podido recopilar melodías de grandes figuras tanto del mundo artístico como intelectual, desde el músico Moby hasta el príncipe Carlos de Gales.

Afirma que los sentidos son un derecho y bajo esta premisa promovió la creación de Cyborg Fundation en 2010, que tiene su sede en Barcelona, España y que promueve el derecho de las personas de sumar aparatos electrónicos como parte de su vida.

Este tema cobra mayor relevancia, al grado de impulsar la reciente creación de un marca de ropa H+C Fashion exclusiva para cyborg's, en colaboración con Francesc Cardona, diseñador español con quien en octubre de este año impulsará la primera pasarela de ropa en la ciudad de Nueva York.

¿A qué te suena México? preguntan a Neil, quien responde: suena a rosa y morado, son colores agudos, como el inesperado color tomate, un tipo turquesa y un verde primavera. Concluye su ponencia, en medio de comentarios de reconocimiento y felicitación por su trabajo y valentía, tal vez no muy tarde se vea en México, algunos intentos de nuevos cyborg's.

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