En Huamantla, Tlaxcala se realizó este fin de semana la tradicional Noche que nadie duerme, donde los pobladores del recién nombrado pueblo mágico se organizan para elaborar alfombras multicolores y sacar de su altar a la Virgen de la Asunción para realizar una procesión por las calles de la ciudad. Con el inicio de la procesión se detonan juegos pirotécnicos; el camino se encuentra tapizado con tapetes de aserrín y flores, los cuales se adornan con diferentes diseños, con luces y altares. Se trata de un festejo en el que todos colaboran; los artesanos preparan los moldes y el aserrín para elaborar los tapetes, mientras que en cada calle los vecinos se ponen de acuerdo para adornar con luces y flores las calles por donde pasa la imagen religiosa. Se estima que por cada avenida adornada se invierten entre 10 y 15 mil pesos. Todo depende de la indulgencia con la que quieran pagar los huamantlecos. La misa comenzó a las 1 horas, la caminata consta en recorrer 7.5 kilómetros sobre las alfombras hechas con aserrín pintado, natural y arena. Por último, al término de la peregrinación la virgen regresa a su altar, se le cantan las mañanitas, y se realiza la eucaristía entre canticos y plegarias.
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